El poeta soriano Bernardo Santos, afincado en Sevilla, presentará el lunes día 11, a las 21 horas, en la Tertulia Cultural Trastero Dispar-Arte, su último poemario: Carbono 14.
Santos, farmacéutico y escritor, trabaja en el Hospital Virgen del Rocío y tiene también publicadas más de 50 publicaciones científicas.
Ganó el XIV premio internacional de Poesía Luis Feria de la Universidad de la Laguna, en su edición de 2012 por su poemario “Global y Roto”. Ese año también recibió el galardón “Aintzinako Bihotz” (Corazón Arcaico), que premia el “estado poético” de la mente y que pasa de poeta en poeta en el seno de los encuentros “Voces del Extremo” en Moguer. Lo recibió de manos de Begoña Abad y lo dejó en manos de Inma Luna.
De igual modo, tiene publicados los siguientes libros de poesía: De la estirpe burguesa. (Amargord, 2017, Madrid) (Prólogo de Francisco Contreras; Niño de Elche), Global y Roto. (Amargord, 2014. Madrid) y Carbono 14. (Baile del Sol, 2017. Islas Canarias) (Prólogo de Jesús Munárriz).
En La República Cultural, el crítico y poeta Alberto García-Teresa señalaba acerca de Carbono 14 y de su autor: “Con la perspectiva del soneto, de sus catorce versos, Bernardo Santos construye un poemario estructurado alrededor de ese número. Pero compone piezas que interpretan, cada una a su modo, esta composición métrica y termina confeccionando poemas con un enfoque original de la tradición sonetista”.
Santos se considera en estos versos “un tipo cualquiera”, pero deja constancia de su compromiso, de su afán luchador, pero también de las desilusiones. En ese sentido, es consciente de la derrota, y entona la autocrítica sin cortapisas, despegando la autocomplacencia y la falsa melancolía de su enunciación: “Intentarlo estuvo bien pero no basta”.
Habla con una voz madura, que hace balance tanto de su vida como de su entorno. Así, vuelca sus dudas y sus anhelos frustrados. El autor esparce en esos catorce versos (que suelen cerrarse con citas) su crítica al sistema capitalista, a la alienación y anulación del trabajo, que lo reducen a tareas y herramientas. Además, denuncia la represión y la avaricia de las grandes corporaciones, y alerta de las transformaciones radicales sobre la naturaleza que se están llevando a cabo.
Se trata de textos centrados en el “yo”, pero en un sujeto que está insertado en un entorno concreto. Y en ese contexto, se canta también a la compañía, a la familia, proclamando el amor como piedra angular de la esperanza.
A su vez, pronto se aprecia su mirada amplia, que sabe que sus raíces beben de muchos territorios y culturas. A estas regiones dedica poemas que reafirman su identidad; una identidad inquieta y ávida de intensidad que le lleva a poner en práctica ejercicios como el recogido en este Carbono 14.
(En la imagen, Bernardo Santos / Facebook)
