Bronca en las redes: experto reta al gerente de la AIQBE a acudir juntos a la Fiscalía

El doctor en Geología José Manuel Cantó ha retado al gerente de la Asociación de Industrias Químicas, Básicas y Energéticas (AIQBE), Rafael Romero, a acudir juntos a la Fiscalía para ver “quién dice la verdad y quién miente” sobre el nivel de radiaciones que emiten las balsas de fosfoyesos en Huelva.

"Tu eres un enorme bulo andante. Para eso te pagan a costa de lo que sea, mintiendo y evadiendo soluciones reales y posibles a problemas graves que solo intentas ocultar, a veces muy desafortunadamente. Vamos juntos a la Fiscalia, para que te pongas en evidencia", le dice Cantó a Romero en dicha red social.

Dicho reto, a través de Twitter, llega después de la publicación, en Moncloa.com, de un reportaje en el que se asegura que dichos residuos provocan una radiación seis veces superior al nivel de referencia del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).

El informe al que se alude en la información fue realizado en 2012 por parte de Lainsa y se señala a los fosfoyesos negros como los causantes de dicha radiación.

Presentes en el vertedero durante décadas, se trata de la suma de los fosfoyesos vertidos por la empresa Fertiberia junto a otros residuos peligrosos como los ácidos arsenicales con mercurio, vehiculados ilegalmente mediante un bypass en la tubería del efluente FESA 6, con un caudal de 1.200 metros cúbicos/hora, según se indica en la publicación, que cuenta con datos aportados por Cantó.

Sin embargo, el gerente de AIQBE ha cuestionado las informaciones de dicho experto, entre ellas la de “mezclas ilegales” de residuos peligrosos o reacciones.

Por ello, Cantó ha retado a Romero a acudir juntos a la Fiscalía onubense, lo que, al menos por el momento, no ha sido aceptado por el gerente del colectivo que engloba a gran parte de la industria química en la capital y su entorno.

Romero, también a través de un tuit, destaca que “ya hemos debatido en TV, hemos hablado personalmente y por teléfono, miles de horas en Internet. Y ahora que el CSN te deja en evidencia ante el bulo que has lanzado hace poco pues te sientes mal, te comprendo y no haré sangre”.

El gerente alude al CSN después de que en algún medio local se haya anunciado que dicho organismo descartaría en su informe anual remitido al Congreso de los Diputados y al Senado, con la recopilación de sus actividades llevadas a cabo a lo largo de 2018, cualquier tipo de problema radiológico en la capital y la provincia onubense.

Sin embargo, desde Mesa de la Ría se subraya que “dicho informe no entra a valorar en ningún momento los problemas de radioactividad de los fosfoyesos, ya que solo indica que entre las actuaciones realizadas por este organismo oficial está la de haber participado en el proceso de declaración de impacto ambiental del proyecto presentado por Fertiberia para la clausura de las balsas de fosfoyesos de Huelva”.

“Lo cierto es que a fecha de hoy”, asegura Mesa de la Ría, “lo único que el CSN ha declarado recientemente es que existen seis zonas de España con problemas de radioactividad, de las cuales dos estaban en las marismas cubiertas y envenenadas de fosfoyesos por Fertiberia, a escasa distancia de Huelva. Una realidad que ha sido medida in situ recientemente, llegándose a realizar mediciones que demuestran que se está produciendo una contaminación por radioactividad que supera en seis veces la que permite la legislación actual en las zonas donde se concentran los fosfoyesos negros, y en más de 65 veces lo permitido en los lugares donde se vertieron las cenizas procedentes de Acerinox, contaminadas con el isótopo radiactivo Cesio-137″.

Cantó ha aprovechado la ocasión para recordar el trabajo de Romero, que tituló ‘Ni son residuos ni son radiactivos’ para dedicarle otro tuit: “Escribiendo falsedades de este calibre se llega a ser Gerente de la AIQBE. Desde ahí todo su trabajo consiste en engañar, tergiversar y socavar realidades en lugar de ayudar a solucionar los problemas”.

En su información en el digital madrileño, este experto carga contra Fertiberia, a la que acusa de verter fosfoyesos sobre las marismas de Huelva de forma ilegal durante décadas.

Tanto es así, que la concesión contempla que solo se podían depositar residuos hasta una altura de 2,5 metros y hay montañas de hasta 30.

Según subraya, los fosfoyesos en sí no son nocivos para la salud, salvo cuando se mezclan con ácidos arsenicales y mercuriales. Algo que ha ocurrido durante nueve años.

Y asegura, al respecto, que la empresa de fertilizantes Fertiberia ha añadido casi dos millones de toneladas de esos ácidos a los fosfoyesos entre 1988 y 1997, a razón de 225.000 metros cúbicos por año. De ahí nacieron los fosfoyesos negros causantes de tanta radiactividad, según Cantó.