La Virgen del Rocío ya está en Almonte. Aún no había salido el sol cuando la patrona de Almonte despertaba con las camaristas quitándole el capote que la cubría para proteger la imagen. La Blanca Paloma ya se encontraba a las puertas de su pueblo tras toda una noche de procesión por los caminos que la llevaría, como cada siete años, a visitar a los almonteños.
Entre los tradicionales disparos de escopeta y los vivas, le fue retirado el paño que cubría su cara y el capote que dejaba ver de nuevo la cara de la Señora con su traje de pastora. Tras ello, el sacerdote dirigió una oración antes de que la Virgen fuera bajada nuevamente de su Altar Efímero para continuar con su camino por las calles de Almonte.
Este fue el emocionante momento:
Una vez que sus hijos la volvieron a portar, continuó su andadura y, en estos momentos, continúa su procesión por la localidad:
