Ence: "No hay marcha atrás en el cierre de la planta de celulosa"

El consejero delegado de Ence, Ignacio Colmenero, ha trasladado este miércoles al presidente de la Diputación de Huelva, Ignacio Caraballo, que la empresa tiene la "voluntad firme" de cerrar la planta de celulosa y que "no hay marcha atrás" en este proceso pero también ha abierto una "puerta a la esperanza" ya que la compañía necesitará 900.000 toneladas de madera para la producción de biomasa.

Así lo ha explicado el presidente de la institución provincial tras reunirse en Madrid con el responsable de Ence. Caraballo ha resumido el encuentro, que ha durado más de una hora, con un "por una parte mal y por otra esperanza" ya que la compañía no prevé dar marcha atrás en el cierre de la planta, lo que supone un "mazazo" para sus 294 trabajadores, pero sí "ha garantizado seguir utilizando la madera de Huelva".

Los argumentos que Colmenero ha expuesto hoy ante Caraballo se centran en que el coste de la producción en Huelva es "muy alto" y hace que el producto no sea "competitivo", por lo que "no tiene sentido que siga en marcha".

Sin embargo, la compañía necesitará 900.000 toneladas de madera, ya no solo de eucalipto sino también de pino, para las plantas de biomasa, una de 50 MW y otra de 40 MW que se pondrá en marcha donde ahora está la celulosa. "Esa es una buena noticia porque se va a seguir cortando madera de Huelva y usando el transporte", ha ensalzado el presidente provincial, que ha resaltado que esas toneladas superan incluso a las que la empresa venía cortando actualmente.

Caraballo ha reflexionado sobre la responsabilidad del cierre, que ha atribuido a la empresa, pero ha añadido que "el camino se lo han allanado dos medidas" del Gobierno central, la reforma laboral, "que va a permitir el cierre y que traslada la decisión del ERE de la Junta a Madrid"; y la reforma energética que "quita en 2014 unos 24 millones de euros de primas a las renovables".

Esa disminución de las primas es incluso superior a las estimaciones que manejaba la Diputación, en torno a 17,6 millones de euros menos, y hacen aún más imposible alcanzar la rentabilidad.

Sobre el futuro de los trabajadores, Caraballo ha trasladado que la empresa "ha prometido" que éstos tendrán la oportunidad de recolocarse "en otras líneas y fábricas" y ha confiado en que las conversaciones entre ambas partes lleguen a buen puerto de modo que los afectados encuentren puestos de trabajo con las condiciones actuales.

Por su parte, los alcaldes de Rosal de la Frontera y de Santa Bárbara de Casa, Ramón Márquez y Gonzala Gómez, respectivamente, que también han estado presentes en el encuentro, han lamentado lo "oscuro" de la situación y el "inminente cierre" y, coincidiendo con el presidente de la Diputación, han visto algo de "esperanza" en la propuesta sobre la necesidad de madera anunciada.

"Para nosotros no nos lo ha puesto del todo mal porque se va a seguir recolectando madera", ha señalado Gómez, que ha advertido, en cualquier caso, que la promesa no ha sido entregada por escrito.