Salen a la luz el diario y textos de Marga Gil, la artista enamorada de Juan Ramón Jiménez

La Fundación José Manuel Lara ha publicado 'Marga', un libro que contiene textos inéditos y el diario de la joven artista multidisciplinar Marga Gil, quien se suicidó a los 24 años tras declarar su amor (finalmente no correspondido) al poeta Juan Ramón Jiménez.

La publicación de estos escritos era uno de los proyectos que Juan Ramón Jiménez dejó encargado a Francisco Hernández-Pinzón, quien gestionó parte de la obra del poeta a su muerte. Tras el fallecimiento de Francisco, ha sido su hija Carmen quien ha continuado con este propósito, que ha tenido dificultades para salir a la luz debido a la imposibilidad de alcanzar un acuerdo con la familia de la joven artista.

La propia Carmen Hernández-Pinzón ha explicado que "nunca" habría publicado estos textos y el diario sin el consentimiento de la familia, porque el material "podría herir sensibilidades". Una vez recibió ese consentimiento, tenía claro que "había que poner lo menos posible en el prólogo". "Me daba miedo que este libro entrara en el morbo porque la historia se presta mucho", ha añadido.

Fue el académico Luis María Ansón la persona que puso a Hernández-Pinzón en contacto con familiares de Marga, en concreto uno de sus sobrinos, José María Franco. Pese a que en un principio dio señales positivas para sacar adelante esta obra, la publicación de un artículo en prensa que hablaba de este caso por primera vez echó para atrás a la familia.

Si bien la representante de los herederos del poeta decidió "dejar entonces las cosas como estaban", el encuentro con Marga Clark, otra de las sobrinas de Marga Gil y estudiosa de la obra de su tía (con una novela y un poemario sobre su figura ya publicadas), supuso retomar el tema hasta conseguir la publicación de 'Marga'. Clark participa en este libro con una semblanza de la artista.

Marga Gil conoció a Juan Ramón Jiménez y a su esposa Zenobia Camprubí en noviembre de 1931, gracias a su hermana Consuelo. Ambas eran admiradoras de Zenobia y ya habían escrito un cuento (con ilustraciones de Marga), 'El niño de oro', que habían enviado al domicilio del poeta "porque, por vergüenza, no se atrevían a darlo en mano".

La esposa del poeta se quedó "maravillada" con la obra de Marga, un artista muy precoz, y terminó por encargarle un busto. Los días de trabajo en casa del matrimonio hicieron crecer un amor imposible en Marga que, ocho meses después, terminaría en suicidio.

PROYECTO DE JUAN RAMÓN

'Marga' comienza con una introducción de Carmen Hernández-Pinzón, seguida de las palabras de Clark sobre su tía. Este texto se presenta acompañado de ilustraciones, fotografías y recortes a los que se añaden poemas, textos en prosa y apuntes de Juan Ramón o de Zenobia.

El poeta onubense guardó las emociones y reflexiones de Marga en una carpeta junto con otros papeles asociados a su vida y muerte, incluidos varios borradores de un índice con los contenidos que llevaría el libro. No obstante, el robo de este manuscrito impidió al poeta publicar en vida este proyecto, que recuperarían los gestores de su legado.

"Tanto Juan Ramón como Zenubia tuvieron siempre muy presente a Marga, incluso en su obra posterior", ha señalado Hernández-Pinzón, tras recordar que el poeta publicó varios poemas y textos que recordaban la figura de la artista fallecida.

DESTRUCCIÓN DE SU OBRA

Clark ha celebrado que en los últimos años se haya recuperado parte de la obra de Marga e incluso se celebrara una exposición hace varios años en el Círculo de Bellas Artes que reunió 16 esculturas y cerca de 80 dibujos y acuarelas de la artista. "Esto era francamente difícil porque decidió destruir casi toda su obra antes de su muerte", ha recordado.

Sin embargo, ha descartado poner en marcha una fundación con su legado debido a las dificultades para poner de acuerdo a todos los familiares. "Marga tenía un sentido trágico de la vida, si no era una persona deprimida, sí era alguien especial. Era autodidacta y transgresora y logró una obra moderna, original e innovadora", ha concluido Clark recordando la figura de su tía.

(Foto: cvc.cervantes.es)