El Ayuntamiento de Almonte se enfrenta a una denuncia por la electrocución de un caballo en El Rocío

El animal "cayó desplomado" al intentar rodear una arqueta de luz y su dueño, que salió despedido y se fracturó un hueso de la muñeca, ha puesto el asunto "en manos de abogados" 

N. A.

El Rocío fue nombrada Aldea Internacional del Caballo en 1992 y ahora sobre el ayuntamiento del municipio al que pertenece, Almonte, planea una denuncia por la muerte de uno. ¿La causa? El pasado 30 de octubre Javier salió con varios amigos a dar un paseo y cuando cabalgaban en concreto por la calle La Vera vislumbraron una arqueta de luz y optaron por "rodearla", pero, al hacerlo, su caballo "cayó desplomado, arrastrado hacia el agujero", provocando que Javier saliera despedido y se "fracturara el escafoides", un hueso de la muñeca, según relata a Huelva Hoy el propio afectado.

Intentaron levantar al animal del suelo y justo entonces, a su jinete y a uno de sus acompañantes "les dio una descarga eléctrica". Ahí comprendieron que el caballo había fallecido en el acto electrocutado, aunque "no se veían cables ni nada" alrededor de la arqueta.

"Nos dio un calambrazo a mí y a mi compañero, aunque tuvimos suerte, llevábamos botas de goma porque por aquellos días estaba lloviendo. El chispazo me lo paró a mí la montura", rememora Javier. Y apostilla rápido: "Pero podía no estar contándotelo".

Reclama que "no se repita" lo sucedido. De hecho, avanza a este diario que ya ha movido ficha. El asunto "está en manos de abogados", dice. Explica que han puesto una denuncia "contra el Ayuntamiento de Almonte y contra Endesa" por "la vía civil". En ese punto se muestra crítico con la Policía Local y con la Guardia Civil: aunque cuando todo sucedió sí lo atendieron, no le dieron "ningún papel" y luego lo emplazaron a "pasarse al día siguiente" por el cuartel de El Rocío o por el de Almonte para que le proporcionaran el número de atestado y lo que necesitara para la denuncia, pero por la mañana en la aldea "estaban cerrados" y en la localidad a la que pertenece le trasladaron que "estaban de urgencia" y no le podían ayudar en aquel momento.

Pasados los días, les gustaría saber quién se ha "hecho cargo" de la situación, dado que "el agujero tiene ahora una tapadera y está precintado para que no se acerque nadie más". Buscan saber quién ha sido, ya que el día del accidente todos se lavaron las manos y "no era nadie". Ni el consistorio ni la eléctrica ni ninguna otra entidad quiso saber nada, según lamenta uno de los protagonistas de la historia.