Un niño de Barcelona recibió el pasado viernes el alta médica tras ser trasplantado de seis órganos en el Hospital La Paz de Madrid. Después de casi tres años conectado 18 horas al día a máquinas de alimentación parenteral para poder vivir, Víctor, un niño de Barcelona, recibió un trasplante de seis órganos en los últimos días del mes febrero, tras estar en lista de espera casi tres años.
Su madre llevaba veintisiete semanas embarazada cuando les dijeron que algo iba mal. "Tras una ecografía rutinaria me dijeron que el niño venía con gastrosquisis", explica su madre, Ámparo. Viajaron a Madrid, al único hospital de referencia nacional especializado en fallo intestinal. El diagnóstico fue fallo intestinal. Necesitaba un trasplante multivisceral y, hasta que llegase, tenía que vivir conectado a una máquina de nutrición parenteral y alimentarse a través de un catéter durante 18 horas al día. En la operación, le cambiaron estómago, hígado, duodeno, intestino delgado, segmento de colon y páncreas.
Su postoperatorio ha coincidido con el Covid-19. "Me he pasado casi los dos últimos meses encerrado en una habitación de la casa de acogida de la asociación de pacientes NUPA, con otra familia y su hijo en fase de recuperación, cuidado muchísimo el contacto", narra su padre. Se sometió a las pruebas del Covid-19 en varias ocasiones a varios los niños de la planta. Si alguno daba positivo se lo llevaban a otra zona del hospital, y tampooc se podía visitar a los niños.