- Internacionalización y ciudadanía europea, aprendizaje en línea y lucha contra el cambio climático en el marco del proyecto Erasmus+ ApEnDis.
Los profesores, Luis Miguel Iglesias y Francisco Ojeda, director y jefe del departamento de francés del IES San Antonio de Bollullos, acaban de regresar de la isla francesa de La Reunión, en el Océano Índico, tras realizar una estancia en la École élémentaire Bouvet de Saint-Denis, su capital ubicada en la zona norte de la isla, conjuntamente con docentes de un colegio de Guadalupe, otro departamento francés de ultramar, que coordina este proyecto, y de los otros dos centros educativos socios de Portugal y Grecia.
La formación realizada en esta isla ha estado encaminada a desarrollar estrategias de aprendizaje digital ligadas al uso de la pizarra digital, plataformas de aprendizaje online y al desarrollo de una mentalidad sostenible, acorde con el respeto de la naturaleza y la lucha contra el calentamiento global.
En palabras del director del centro, Luis Miguel Iglesias, ha resultado ser una experiencia muy satisfactoria, enriquecedora y gratificante, trabajar y convivir durante una semana junto a 12 miembros del Proyecto Erasmus+ «Aprendizaje a distancia para la sostenibilidad» (ApEnDis), en un territorio europeo, a tanta distancia de nuestra localidad. Con esta movilidad superamos el ecuador, tras el lanzamiento inicial del proyecto que tuvo lugar en marzo de 2022 en Bollullos con profesorado de Guadalupe (Francia) y Braga (Portugal).
"Esta experiencia nos ha permitido conocer un contexto multicultural y plurilingüe muy diferente al nuestro, con una plena integración, reflexionado y trabajado temáticas variadas, abordando distintos aspectos de la competencia digital y el uso recursos digitales, aportando nuestra experiencia en este ámbito, en aras de concienciar a nuestras jóvenes generaciones de la importancia de luchar de manera activa contra el cambio climático y por la sostenibilidad de nuestro planeta", indican.
¿Cómo surge este proyecto?
Ante la situación sanitaria ligada al COVID-19 y las medidas puestas en marcha como el confinamiento, el cierre de la escuelas, tuvimos que implementar sobre la marcha nuevos métodos de enseñanza, incluida la enseñanza a distancia. Profesorado, alumnado y familias tuvieron que adaptarse, no sin dificultades, porque no había precedentes anteriores para estar preparados para este escenario.
Este proyecto pretende formar a los profesores sobre cómo enseñar eficazmente a distancia, utilizando la tecnología digital, para ofrecer a todos los alumnos una educación de calidad. Este proyecto también pretende cambiar el comportamiento de las comunidades escolares, promoviendo acciones eco-ciudadanas para luchar contra el calentamiento global y los efectos del cambio climático, y para desarrollar entre los alumnos un sentimiento de pertenencia a la comunidad europea.
Sobre la isla de La Reunión
La isla de la Reunión, con una extensión de 2.500 kilómetros cuadrados y una población próxima a los 900.000 habitantes, forma un departamento de ultramar de la República Francesa y está constituida como una región ultraperiférica de la Unión Europea.
En ella se mezcla una estructura estatal europea, con un clima tropical y una población muy diversa. Si hay un lugar donde la mezcla de grupos humanos y los conceptos como igualdad y fraternidad deberían hacerse más visibles, este sería La Reunión. En la isla encontramos europeos, africanos del oeste, malgaches, hindúes, vietnamitas, malayos, chinos, etc, que cohabitan en armonía y mezcolanza en esta esquina de África. El turismo está ayudando a desarrollar La Reunión, pero se enfrenta a límites ecológicos que pueden poner en peligro su desarrollo.
Está ubicada en el océano Índico, a 700 kilómetros de Madagascar y 170 de la Isla Mauricio, al este del continente africano, y a 9.000 km de la Francia continental. En el sureste de la isla se encuentra el Pitón de la Fournaise, uno de los volcanes más activos del mundo, siendo un atractivo turístico y un peligro constante para la zona sur de La Reunión. La isla forma parte del patrimonio mundial de la UNESCO desde 2010, lo que confirma su gran valor ecológico, humano y cultural, y culmina a 3071 metros en el Pitón des Neiges, situado en el centro de la misma.