No es necesario esperar a la llegada de la primavera para poder disfrutar de una enorme cantidad de exposiciones de pintura, de los muchos artistas que Ayamonte le ofrece al mundo. No es necesario, pero parece ser coincidente con esa explosión de muestras de enorme calado.
Y nos ha llamado la atención, la exposición que ha inaugurado Juan Fernández en una de las ciudades con más arte de nuestro país por metro cuadrado, Jerez. Junto al arte, ese olor a azahar por sus calles.
Ese arte a pie de calle o asomado a los balcones, esas muestras en enormes e impresionantes salas o en rincones llenos de una carga cultural insuperable.
Así es como pudimos ser testigos de la apertura de la muestra “Reflejos de realidades” que el pintor ayamontino afincado en Madrid, Juan Fernández mostró en la sala de los Claustros de Santo Domingo de Jerez. Una sala que estaba repleta de un público dispuesto a arropar al pintor en su visita al sur, amigos, familiares, amantes de la buena pintura y curiosos, se dieron cita para darle un calor especial a esta inauguración. La abrió el teniente de alcalde de cultura y Patrimonio del municipio jerezano, Francisco Camas, quien tuvo palabras de elogio para el pintor y de agradecimiento por su venida a la ciudad jerezana. Juan Ceada, ex alcalde de Huelva y actualmente vinculado a la poesía y a la obra del pintor, fue el encargado de presentarlo y hablar de su obra con un enorme cariño y conocimiento. Por su parte el autor de la obra, agradeció tanto las palabras como la presencia del público. Se sintió agradecido por la cobertura y facilidades recibidas para mostrarse en esta impresionante muestra. Les acompañó en el acto protocolario de apertura de la muestra, el exconsejero andaluz, el ayamontino Isaías Pérez Saldaña.
La muestra está formada por una cincuentena de obras de gran tamaño y donde se hace un recorrido por lo último de este pintor internacional. Desde esas composiciones de albarelos, trabajadas con enorme maestría y dándoles ese toque de realismo que es su seña de identidad, lo conjuga con las naturalezas muertas, curiosamente llenas de vida y capaces de reflejar la combinación de color y disposición, que nadie como Juan, es capaz de hacer. Un par de obras en el lado opuesto de la sala, se corresponden con esos mismos años de trabajo, la década de los 90. Distribuidos perfectamente, podemos disfrutar de esos reflejos de agua en sus tonalidades verdes, azules o composiciones asimétricas de colores que se complementan. Esas vistas de las aguas del puerto de Amsterdam, frente a esa contraposición de la Gran Vía, Cibeles o la Castellana de Madrid. Esos retratos de pequeño formato que conforman un tablero de ajedrez.
Esa capacidad de enfrentar los paisajes urbanos con los retratos; las naturalezas con los espejismos del agua; el lenguaje del silencio con el concierto de la multitud, esa variedad de estilos y temáticas, que solo Juan Fernández define en un discurso de color y forma que le identifica en cualquier sala de España.
Un nuevo éxito del artista que acumula obras en las más diversas salas tanto privadas como públicas de este país; en colecciones privadas y en organismos oficiales, en este y otros países. Este hombre que acumula premios de todos los tamaños y se pierde en el cálculo de sus exposiciones individuales y colectivas. Este hombre, que se referencia en cualquier publicaciones que hable de arte o que aparece en escritos y libros específicos de la materia. Este hombre, Juan Fernández, estará en los Claustros de Santo Domingo hasta el próximo día 6 de mayo.