Los estudiantes de Latín y Cultura Clásica de Secundaria de Colegio Santo Ángel de la Guarda de Huelva han involucrado a toda su comunidad de estudiantes con charlas y actividades que recreaban la forma de vida de los griegos y romanos que dominaron el mundo y también nuestra provincia, hace ahora dos mil años.
Durante toda la mañana de este viernes 11 de mayo, se ha celebrado en el colegio Santo Ángel de la Guarda la II jornada de Cultura Clásica, protagonizada por los alumnos de 3º y 4º de la ESO , más concretamente por los alumnos que cursan las asignaturas de Latín y Cultura Clásica.
Toda la comunidad educativa ha tenido la oportunidad de transportarse a la antigüedad y acceder a la vida cotidiana de la antigua Roma. Esta recreación de una de las culturas más importantes e influyentes de nuestra historia ha sido disfrutada por todos los estudiantes, tanto de Primaria como de Secundaria.
Los alumnos de Primaria subieron desde el centro de la calle Puerto para ser recibidos por auténticos romanos y romanas que les abrieron una ventana a la historia. Después, los alumnos de Secundaria disfrutaron de la experiencia gracias a las explicaciones de sus propios compañeros. Con este sistema y método de representación "divulgamos por una parte el conocimiento de nuestra propia civilización para aquellos estudiantes que aún no la conocen o no les resulta atractiva, y por otra sirve de refuerzo para los propios alumnos que han cursado estos estudios", explicó la responsable de la iniciativa, Paqui Cruz Becerril.
La experiencia ha sido enormemente gratificante tanto para los que han realizado la visita, como para los que la han llevado a cabo, "a los que hay que agradecer toda la dedicación y entusiasmo que durante semanas han tenido para prepararlo", destacó la profesora Cruz.
Se ha tratado de una experiencia que se ha realizado por segunda vez, sin duda, debido a la buena acogida que tuvo el año pasado pues permite un encuentro inolvidable y un mayor conocimiento de la cultura fundacional que dominó el mundo y nuestra provincia hace dos mil años y cuya huella indeleble sigue percibiéndose en nuestra vida cotidiana, nuestro lenguaje y costumbres.
