No se puede estar en misa y repicando, ha debido pensar el exalcalde de Huelva, Gabriel Cruz, que ha elegido ocupar este miércoles su asiento en el Congreso de los Diputados en vez de estar presente en el pleno municipal que ha celebrado el Ayuntamiento onubense, en el que figura como concejal.
La verdad es que la silla vacía del edil en el salón de plenos no ha pasado desapercibida para el resto de la Corporación municipal y Cruz se ha convertido en el gran ausente.
Y es que, en el seno del PSOE, el partido del exalcalde, querían tenerlo todo bien controlado en la Cámara Baja para evitar que el popular Alberto Núñez Feijóo fuese investido presidente del Gobierno, algo improbable desde el principio ya que le faltaban cuatro votos para lograr la mayoría absoluta. Pero por si acaso.
Eso sí, Cruz ha sido testigo de como el Pleno del Congreso ha rechazado la investidura del líder del PP. Conforme a lo esperado, en esta primera votación ha habido 178 diputados en contra por 172 a favor.
Por cierto, y como establece el Reglamento de la Cámara, la votación ha sido pública y por llamamiento, lo que supone que cada diputado se ha puesto en pie al ser nombrado para proclamar su voto a viva voz su voto: sí, no o abstención.
Sus señorías han sido llamados por orden alfabético, a partir de una letra elegida al azar: en concreto, la votación ha comenzado con el 'no' de la diputada del PSOE Adriana Maldonado.