María Martín: “Lo único que está mal durante el embarazo es no moverse”

María Martín guiando a mujeres embarazadas durante los entrenamientos
photo_camera María Martín guiando a mujeres embarazadas durante los entrenamientos

Desde preparar a la mujer para el día del parto, hasta prevenir una cesárea e, incluso, mejorar el intelecto del bebé. Son múltiples los beneficios de practicar deporte durante el embarazo.

María Martín Lozano, una de las pocas expertas en la provincia sobre la práctica deportiva para embarazadas, entrena a mujeres de todas partes de Huelva en el centro Fitbox de Lepe. Algunas, hasta el mismísmo día antes del nacimiento de su bebé.

La especialista considera que este es un trabajo que debe hacerse de forma integral, cooperando con diferentes profesionales, como psicólogas y matronas que acuden a este centro a complementar el ejercicio físico con formaciones enfocadas a cubrir la parte más emocional del proceso.

Se trabaja así de forma multidisciplinar "para preparar a la mujer para una maratón, el día del parto”. Hablamos con ella y derribamos algunos de los mitos sobre el deporte en la gravidez.

  • ¿Cuáles los beneficios que tiene el deporte en la vida de la embarazada a nivel físico y emocional?

Son muchos los beneficios que se obtienen a través de la práctica deportiva. De una forma muy genérica, el deporte disminuye la hipertensión, también la posibilidad de tener cualquier tipo de diabetes; si tú controlas la diabetes estacional, tienes menos probabilidades de padecer o de tener una diabetes tipo 2 después del embarazo.

Además, a través de la actividad física podemos controlar el peso. Muchas mujeres cuando están embarazadas ven cómo su cuerpo cambia a medida que avanza el embarazo, entonces el ejercicio físico ayuda también a gestionar la parte más emocional de los cambios en su cuerpo.

La actividad física mejora el sueño así como el bienestar psicosocial de la mujer. De hecho, parte de mis entrenamientos se dedican a charlar. Es una forma de que ellas se relacionen, compartan experiencias, alivien preocupaciones comunes, y que se nutran entre ellas.

El alivio de los dolores lumbares también es otro gran beneficio de la práctica deportiva. Durante el embarazo hay una alteración del centro de gravedad de la posición de la mujer, adquiriendo una postura arqueada. Pueden aparecer entonces ciertas patologías típicas como la hiperlordosis lumbar. El ejercicio puede mejorar estas patologías, e incluso prevenir su aparición.

Otra parte super importante es preparar a la mujer físicamente para el parto. Obviamente, la actividad física no garantiza que vayas a tener un parto perfecto, pero sí que es verdad que ayudamos a que la mujer esté físicamente en forma. El símil que pongo es que ellas se están preparando para una maratón, y la maratón es el día del parto. Cuanto más preparadas vayan a nivel físico y a nivel de información, con más tranquilidad y confianza se enfrentarán a ese día.

Finalmente, el tener una vida activa durante el embarazo, reduce las probabilidades de cesárea de algún parto instrumentado. Y sobre todo, también favorece la recuperación posparto, que se llevará mucho mejor.

  • ¿Cómo favorecerá al bebé?

Para empezar, hay un mayor desarrollo neurológico del bebé; cuando nazca, tendrá mayor capacidad para calmarse, mejorarán también sus capacidades para el lenguaje y la orientación e, incluso, pueden desarrollar una inteligencia general superior.

Por otro lado, también puede ayudar a que el bebé no tenga un peso mayor al promedio (macrosomia). Otras cosa muy interesante es la mejora del intercambio de nutrientes entre el feto y la madre. Este flujo va en las dos direcciones: el bebé se nutre de la madre pero, a la misma vez, utiliza la placenta para eliminar cualquier tipo de dióxido de carbono y otros desechos.

Además, la práctica deportiva aumenta los niveles de líquido amniótico y eso favorece el movimiento del bebé dentro de la placenta.

  • ¿Puede una mujer embarazada practicar cualquier deporte?

Casi todos, una mujer embarazada es una mujer sana. Aunque, evidentemente, se deben evitar ciertos deportes como el buceo, el boxeo, la equitación o algún deporte realizado a más de 2500 metros de altura. Es decir, deportes donde se bloquee el flujo respiratorio, que tengan riesgo de impacto o sean de alta intensidad.

Los mejores entrenamientos son los de fuerza y resistencia, y aquellos que supongan un acondicionamiento general. Los médicos suelen prescribir mucho el pilates, el yoga. Pero si una mujer hace crossfit y se queda embarazada, no tiene por qué dedicarse a hacer pilates. Dependerá de su vida deportiva y sus gustos. Todo ello teniendo en cuenta ciertas pautas y, por su puesto, estando en manos de profesionales que te asesoren.

  • ¿Sería recomendable para una embarazada hacer deporte si antes no lo ha practicado?

Sí es recomendable, lo único que está mal durante el embarazo es no moverse. Pero sí que habría que establecer unas pautas tras una valoración previa de su condición física. Lo más conveniente sería empezar de una forma muy progresiva. A una mujer que nunca ha corrido, no puedes ponerla a correr. Pero a una mujer corredora por qué no, si está entrenada y es algo que hacía de manera habitual. De hecho, hay deportistas de alto rendimiento que siguen entrenando y que ni sabían que estaban embarazadas.

  • ¿Qué consideraciones generales se deben tomar en la práctica deportiva durante el embarazo?

Las mujeres embarazadas deben trabajar a una determinada intensidad; se suele utilizar la escala de Borg o el carácter de esfuerzo. En una escala del 0 al 10 (donde 0 es nada de esfuerzo y 10 es el máximo), ellas deben trabajar en el 6, es decir, a una intensidad moderada. Aunque, evidentemente, aquí entra la individualización a la hora de planificar y de organizar un entrenamiento: un siete para mí quizás es un ocho para ti.

Igualmente, es importante hidratarse mucho y evitar maniobras de valsalva, es decir, evitar hacer algún tipo de ejercicio que impida la continuidad del flujo respiratorio, que podría perjudicar al bebé. Por ejemplo, hacer una sentadilla y hacer una apnea (una pausa respiratoria). También es muy importante aquí exhalar durante el esfuerzo en los entrenamientos.

  • ¿Qué posturas deportivas se deben evitar?

Se deberían evitar las posiciones invertidas y las boca abajo, principalmente porque la embarazada estará incómoda al haber un incremento de la presión en el abdomen. También tumbarse del lateral derecho, porque por ese lado pasan la arteria aorta y la vena cava, y puede ser que el bebé y la placenta hagan cierta presión y taponen el flujo sanguíneo y respiratorio.

  • Se habla mucho de trabajar el suelo pélvico durante el embarazo. ¿Por qué es importante?

El suelo pélvico es la musculatura que tapiza nuestra pelvis. Esta musculatura durante el embarazo está sometida a un peso extra y, por ello, debe tener la suficiente tonicidad como para soportarlo. El suelo pélvico no se puede considerar como algo aislado, sino que siempre se trabaja en armonía con el diafragma, con la musculatura abdominal, con la musculatura de la espalda… También aquí juega un papel importante trabajar con un flujo respiratorio.

El suelo pélvico se puede trabajar de dos formas: de forma aislada, con ejercicios específicos de activación del suelo pélvico. Y luego, de forma más integrada dentro de movimientos globales.

  • ¿Cómo cambia el deporte en las etapas del embarazo?

Yo distingo entre dos etapas dentro del embarazo. En la primera fase, hasta la semana 32, la práctica deportiva está destinada al acondicionamiento de la mujer, es decir, a que la mujer embarazada esté muy entrenada a través de entrenamientos de fuerza y resistencia.

A partir de la semana 32 el ritmo y la intensidad lo va a ir marcando la mujer embarazada. En estos entrenamientos se trabaja la movilidad pélvica y se le da más importancia a la meditación, al relax, e incluso al disfrute.