Un reciente estudio de investigadores de la Universidad de Huelva, Granada y el CSIC confirma la existencia de filtraciones de residuos al cauce del río Tinto, procedentes de las balsas de fosfoyesos. Este estudio, según Mesa de la Ría, viene a corroborar las denuncias de esta organización en el sentido de que el sistema de vertidos utilizado por Fertiberia nunca cumplió el requisito legal de vertido cero.
Para Mesa de la Ría este estudio viene a demostrar que los vertidos al medio se han estado produciendo de manera ininterrumpida desde el origen de las concesiones en los años 60. Hechos que han sido denunciados en todas las instituciones españolas y europeas, llegando incluso a abrirse un expediente de infracción por parte de la Comisión Europea.
Estas filtraciones continuas están aportando una serie de elementos perjudiciales para la salud y para el medio ambiente en una zona tan sensible como es el Golfo de Cádiz, donde las afecciones de determinadas enfermedades, como el cáncer, se sufren en una proporción superior al resto de Andalucía.
Hace unos meses, una denuncia conjunta de Mesa de la Ría y Greenpeace ponían de manifiesto estos mismos vertidos, ahora confirmados, algo que fue desmentido por algún investigador de la Universidad de Huelva basándose en una simple inspección visual sobre el terreno.
Mesa de la Ría enviará este nuevo estudio al Ministerio de Medio Ambiente, instándole a que rechace la declaración de impacto ambiental solicitada por Fertiberia desde hace más de un año, y que le obligue a presentar un proyecto alternativo para la eliminación y retirada de todos los vertidos de fosfoyesos depositados en la marisma.