El despacho de abogados DE VEGA & Asociados imparte una sesión informativa sobre ‘Cómo minimizar la responsabilidad por incumplimientos penales en la empresa’

Muestran la importancia del ‘Compliance’ en las empresas para evitar “graves consecuencias legales”

El salón de actos del Centro Andaluz de Emprendimiento (CADE) de la capital ha acogido una sesión informativa sobre Cómo minimizar la responsabilidad por incumplimientos legales en la empresa a través de planes de Compliance (Cumplimiento normativo), una ponencia que ha ofrecido el bufete onubense DE VEGA & Asociados.

Tal como lo ha explicado en la presentación del acto el responsable del despacho, Javier de Vega Domínguez –abogado que cuenta con la certificación Cescom–, esta formación era importante para “concienciar al empresariado de Huelva sobre la importancia de contar con un plan de cumplimiento normativo”, y aunque precisó que “no es obligatorio por ley”, el Compliance es una práctica cada vez más extendida y sí que resulta “muy necesario para evitar las graves consecuencias que puede tener un incumplimiento legal de la empresa”.

En la formación también han participado por parte de DE VEGA & Asociados Manuel Márquez, consultor de sistemas, y el experto en Compliance Javier González, quienes han estado acompañados en la presentación por el delegado territorial de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, Manuel Ceada, y la coordinadora provincial de Andalucía Emprende y directora del CADE de Huelva, Adela de Mora.

El bufete DE VEGA & Asociados es uno de los pioneros a nivel nacional en obtener la certificación Cescom –que otorga la Asociación Española de Compliance (ASCOM)– y uno de los primeros en ofrecer planes de cumplimiento normativo en Huelva.

“Ahogados” en burocracia y exceso normativo

Javier de Vega ha destacado que hoy más que nunca un sistema de Compliance es fundamental para las empresas, ya que “hemos ahogado al empresario con tanta burocracia y papeleo”, a lo que se une el “exceso normativo que existe en la sociedad actual”. Paralelamente, “la sociedad ha cambiado y se vuelve a valorar la ética, con una tolerancia cero contra el incumplidor”. “Ya no se mira a otro lado”, señala De Vega, que alude a las “graves consecuencias” que pueden derivarse del incumplimiento normativo, desde sanciones a grandes pérdidas económicas o clausura de locales –incluso la prisión–, y lo que es más importante, los “daños reputacionales para la organización”.

Fue la Ley Orgánica 5/2010 y su modificación por la LO1/2015 la que fijó la tipología de delitos contemplados en la responsabilidad penal de las organizaciones-personas jurídicas. En la actualidad, los planes de Compliance se rigen por las normas ISO 19600 e ISO 19601.

Análisis, detección, prevención

Por su parte, el consultor Manuel Márquez también incidió en la importancia de instaurar planes de Compliance “si queremos que nuestra empresa funcione y perdure en el tiempo”. Para el consultor, es fundamental que en los órganos directivos de las empresas se pregunten: “¿Dónde puedo meter la pata?” Para ello, resulta fundamental, además de conocer exhaustivamente las normativas que afectan a la organización, radiografiar la naturaleza de la empresa “analizando, detectando y previniendo” riesgos de cumplimiento.

El consultor ha explicado que en cualquier organización –grande, mediana o pequeña– resulta imprescindible para instaurar y seguir los planes de Compliance “el compromiso desde la dirección”, ya que sólo así se traducirá en la “implicación de toda la plantilla”, y además la dirección “debe demostrar liderazgo y compromiso con el sistema de Compliance y el plan de prevención de delitos”.

Como es lógico, todo plan conlleva un “seguimiento, medición y evaluación”, que pueden contar con auditorías internas para la verificación del cumplimiento, y a partir de los cuales se pueden establecer “procesos de mejora y optimización continuos”.

El ‘Compliance officer’

Es probablemente la figura más importante en cualquier sistema de Compliance y, como detalla el abogado abogado Javier González, es la persona –o equipo, en las grandes corporaciones– que va a encargarse de la supervisión, control y vigilancia de los planes, así como de la formación a la plantilla de la organización desde la dirección hasta la base. Una figura que, aunque está predispuesta a estar “mal vista” por ejercer de “policía dentro de la empresa”, resulta esencial para el éxito del sistema de cumplimiento normativo.

Pero esa vigilancia no sólo corresponderá al Compliance officer, y es que otra pata fundamental de todo plan de Compliance es la habilitación del canal de denuncias (wistleblower en inglés), una vía de comunicación confidencial dentro de la organización que garantiza el anonimato, y que puede ser tanto para el mismo personal de la organización como para los proveedores de la misma.

La sesión formativa celebrada en el CADE ha supuesto un importante paso para dar a conocer el Compliance como un ‘blindaje’ ante un amplísimo abanico de delitos tales como el fraude, blanqueo de capitales, delitos contra la Hacienda Pública o incumplimientos en materia de Protección de Datos, entre muchos otros.

En su intervención, el delegado de delegado territorial de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, Manuel Ceada, ha subrayado igualmente la necesidad de que las organizaciones instauren sistemas de Compliance, ya que las empresas “deben asumir que están en continuo riesgo penal al estar sometidas a una compleja y férrea normativa”, de manera que el plan de cumplimiento “viene a ser un instrumento de buenas prácticas” y preventivo a la hora de evitar sanciones o medidas judiciales en contra de la organización, y daños en la imagen.

En este sentido, Manuel Ceada ha subrayado que “precisamente estas buenas prácticas habrían de llevarse a la Administración también, pues los propios gestores de la administración estamos en un continuo riesgo, ya que son tantas las materias que tocamos que no llegamos a alcanzar todas las consecuencias normativas”.