El sistema de climatización de la Comisaría de la Policía Nacional de Huelva, en el Paseo de la Glorieta, quedó inoperativo en buena parte del edificio hace cinco años y desde entonces se espera su reactivación, mientras splits de aire caliente (en los meses de invierno) o ventiladores (cuando suben las temperaturas) llenan algunas dependencias para amortiguar las consecuencias. La denuncia parte del Sindicato Unificado de Policía (SUP), que afirma estar pendiente de una respuesta que no llega por parte de instancias superiores (Jefatura en Andalucía o Dirección General de Policía), después de incontables escritos y gestiones solicitando información sobre una partida presupuestaria para una inversión necesaria para la puesta en marcha del sistema.
El problema que arrastra hasta hoy arrancó en 2018, cuando comenzaron las incidencias en las conducciones de aire. Desde la Dirección policial en Huelva se dijo, según la organización sindical, que el material había sufrido "un deterioro" – en un edificio relativamente joven, inaugurado en 2005 con un coste superior a los 4,5 millones-, que "no era aconsejable su uso" y que se iba a llevar a cabo el cambio de todas las conducciones.
Posteriormente, la situación se puso en conocimiento de los Servicios Centrales de la Policía Nacional y después (en el verano de 2020) el área de Prevención del SUP en Andalucía occidental remitió además un informe al Comité de Seguridad y Salud Laboral.
En este documento, el sindicato informaba que ante la avería del sistema de climatización del edificio, existía "una alta probabilidad" de que se pudieran alcanzar en el interior temperaturas superiores a las establecidas por la legislación para los lugares de trabajo, lo que – avisaba- podía generar "una situación de disconfort" para los empleados públicos y los ciudadanos, "teniendo una gran influencia en el rendimiento de la actividad policial tanto a nivel físico, con un incremento de la fatiga, como mental y personal". Esta situación podría derivar, añade el escrito de Prevención, "en un bajo rendimiento con consecuencias y efectos no deseados" en el desempeño del trabajo, además de causar "mala imagen" de la Policía ante la ciudadanía.
La situación, afirma el SUP, sigue sin arreglarse a fecha de hoy. "Nos tememos que nos espere otro verano en las mismas condiciones que los últimos que hemos pasado, con temperaturas que en algunas estancias pueden llegar a los 34 o 35 grados", lamentan fuentes de la organización sindical, que indica además que la situación por la falta de climatización puede llegar a afectar al 60% del catálogo de personal de la comisaría.
Según el SUP, en diciembre del pasado 2022 finalizaron las obras para la reparación o sustitución del sistema de conducciones, pero el dispositivo central que pone en marcha la climatización no arrancó "al estar tanto tiempo sin ponerse en funcionamiento", por lo que para que reactivarla hay que adquirir una nueva máquina. El coste de ambas intervenciones ronda el millón de euros, estima. Desde comienzos de año, el sindicato asegura estar preguntando por la compra de este aparato, necesario para que el edificio al completo tenga normalizada la climatización, sin que haya tenido respuesta por parte de la Dirección General de Policía.
Este diario ha contactado con la Subdelegación del Gobierno en Huelva para conocer si se han producido avances en la adquisición y puesta en marcha del referido equipo.
