Un revelador estudio de las Universidades de Ginebra y Berna subraya la importancia de comprender, reconocer, regular las propias emociones y controlar las ajenas en contextos laborales

El nivel de Inteligencia emocional, un valor clave en las entrevistas de trabajo

Un revelador estudio de las Universidades de Ginebra y Berna subraya la importancia de comprender, reconocer, regular las propias emociones y controlar las ajenas en contextos laborales

El mercado de trabajo y los departamentos de recursos humanos buscan constantemente trabajadores que cumplan una serie de parámetros, y es una realidad que son cada vez más las corporaciones que consideran un valor añadido en el empleado sus habilidades o aptitudes emocionales: la Inteligencia emocional. La propia OCDE ha subrayado la necesidad de incrementar las skills emocionales en los modelos educativos, empresas como Adecco también han destacado la Inteligencia emocional como un valor en alza, mientras que ésta está considerada como una competencia ‘exponencial’ en las empresas según la Revista Forbes.

En esta ocasión, nos referiremos a las variables que se valoran en una entrevista de trabajo para elegir uno u otro candidato. Según un estudio desarrollado por investigadores de la Universidad de Ginebra (Unige) y Berna (Unibe), denominado Prueba de Competencia Emocional de Ginebra (Geneva Emotional Competence Test, GECO), en las entrevistas de trabajo se valora muy en especial la Inteligencia emocional del candidato, además de su personalidad y destrezas cognitivas.

En el estudio, la Prueba de Competencia Emocional tiene su base científica y empírica en la definición científica que propusieron a finales del siglo pasado los autores Peter Salovey y John Mayer, es decir, la Inteligencia emocional entendida como la habilidad de comprender emociones, reconocer emociones, regular las propias emociones y controlar las emociones de otras personas, en este caso aplicada específicamente al contexto laboral.

Los investigadores descubrieron que cuanto más nivel de Inteligencia emocional tiene una persona, se traduce en un mayor grado de empatía, apertura a los demás, respeto por las normas morales y un temperamento positivo, lo que redunda en unos mejores resultados laborales y, por lo general, en mejores salarios. Además, encontraron mejores resultados en las mujeres a la hora de interpretar expresiones emocionales no verbales.

Marcello Mortillaro, investigador del Centro Suizo para las Ciencias Afectivas de la Unige, asevera que, al probar el GECO en personas de 20 a 60 años, se descubrió que la Inteligencia emocional aumenta con la edad y la experiencia, de manera que “es una facultad que se puede mejorar y desarrollar”. Por otro lado, el estudio apunta que la Inteligencia emocional también está ligada con el “bienestar y la satisfacción de una persona con su estilo de vida”.

Las diversas preguntas incluidas en el estudio se elaboraron mediante entrevistas con más de 40 gerentes que trabajan en empresas con sede en Suiza. A los entrevistados se les pidió que explicaran diversas situaciones en las que se enfrentaban con miedo, tristeza, ira o felicidad inapropiada. Más de 1.000 personas completaron las cuatro pruebas, basadas en la comprensión, reconocimiento, regulación y control de emociones de otras personas.

La cuarta prueba, la que tiene que ver con las emociones ajenas, ha sido una de las más valoradas por los investigadores, al tratarse de una habilidad muy significativa en un entorno laboral. Así, se proponían diferentes acciones para reaccionar ante esas emociones de otras persona, tales como cooperación, compromiso, aceptación, evitación o asertividad.

Los resultados, que han valorado muy positivamente las empresas, han sido muy esclarecedores, e incluso han sido publicados en la Journal of Applied Psychology.

Acreditación de los conocimientos en el Instituto Psicobiológico

Todas estas conclusiones van en consonancia con los contenidos que se desarrollan en el Máster en Inteligencia emocional del Instituto Psicobiológico, que propone una acercamiento al mundo de las emociones desde una perspectiva multidisciplinar y transversal, abarcando diferentes campos científicos como la Neurociencia, la Psicología positiva y las Ciencias del Bienestar, la Felicidad y la Salud.

Conscientes de esta nueva tendencia en el mercado de trabajo, el Instituto Psicobiológico ha realizado un gran esfuerzo para lograr una mayor empleabilidad de los alumnos, y para ello rubricó un acuerdo con la plataforma CertiUni, que ofrece los sistemas de acreditación en algunas de las competencias más demandadas en el nuevo Espacio Europeo de Educación Superior.

Así, el Máster en Inteligencia emocional ofrece una doble certificación, a saber: ‘Instructor en Inteligencia emocional con Neurociencia, Bienestar, Salud y Coaching’, así como ‘Educador en Inteligencia emocional con Neuroeducación, Valores y Coaching’. Una acreditación que, como estamos viendo, tiene una fuerte vinculación con las conclusiones del referido estudio, la CEOE, la Revista Forbes y cada vez con más presencia en los planes educativos.


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