El Instituto Psicobiológico incorpora a los prestigiosos catedráticos Antonio Damasio y Francisco Mora al equipo docente del Máster de Inteligencia Emocional multidisciplinar

La emoción como motor de nuestras decisiones y ‘ancla’ para el aprendizaje

Las tres últimas décadas han destacado, en el campo de la investigación científica, por el crecimiento exponencial del interés sobre el funcionamiento del cerebro y las emociones del ser humano. Los grandes avances tecnológicos en este campo, como la electroencefalografía o la resonancia magnética, han posibilitado un conocimiento más profundo de nuestra mente, y el papel central que desempeña la emoción en toda acción, aprendizaje e incluso la memoria.

Uno de los autores que más ha aportado en esta materia es Antonio Damasio (Lisboa, 1944), investigador, neurólogo y catedrático considerado una de las máximas autoridades científicas en los campos de la Neurología, Neurociencia y la Psicología. Autor de reconocidas obras como El error de Descartes, En busca de Spinoza o El extraño orden de las cosas, su estudio sobre las bases neurológicas en procesos cognitivos nos ayudan a explicar por qué la emoción, el afecto, el sentimiento, aparecen como los motores de nuestras acciones y decisiones.

El Dr. Antonio Damasio, profesor de la Universidad del Sur de California en Los Ángeles –donde dirige el Instituto del Cerebro y la Creatividad–, sostiene que no existe una dualidad entre la razón y la emoción, sino que ambas conforman una unidad. El catedrático portugués ha sido uno de los autores que más ha contribuido a la hora de situar a las emociones en el lugar que corresponde en el debate científico, otorgando a las mismas –y, por ende, a los sentimientos– un papel central en el desarrollo y evolución del ser humano a lo largo de su historia.

Por esta razón, el Dr. Damasio es un autor imprescindible a la hora de abordar la Inteligencia emocional, ya que coloca a las emociones en un lugar preponderante en la toma de decisiones, el comportamiento, y en la adaptación al entorno al que estamos sometidos –incluido el cultural–. El catedrático incide en cuán beneficiosas pueden ser las emociones positivas para lograr un buen equilibrio homeostático, y también en la importancia de una buena Educación emocional.

En el amplio abanico emocional, existen emociones positivas como el amor, la alegría, o la compasión –aquí entra la empatía–, frente a negativas como la ira, el asco, el orgullo o el desprecio, y las primeras, imprescindibles a nivel neurobiológico y químico, también han sido fundamentales en el progreso humano a lo largo de la historia.

El catedrático Antonio Damasio, doctor Honoris Causa de más de diez universidades y con una larga lista de reconocimientos por su contribución científica, entre los que destaca el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica de 2005, es una de las novedades que ha anunciado el Instituto Psicobiológico para el Máster 2018-2019 en Inteligencia emocional transversal, Psicología positiva, Neurociencia, Ciencias de la Felicidad, el Bienestar y la Salud.

En su equipo docente multidisciplinar y transversal se encuentran catedráticos internacionales y nacionales, doctores, expertos y tutores con acreditada experiencia en su campo, y además del Dr. Damasio, la formación contará asimismo con la intervención de otro referente científico en el estudio del cerebro y las emociones, el catedrático Francisco Mora.

Francisco Mora se licenció y doctoró en Medicina por la Universidad de Granada y además es doctor en Neurociencia por de Oxford (Inglaterra), así como catedrático de Fisiología Humana en la UCM y catedrático adscrito del Departamento de Fisiología Molecular y Biofísica de la Universidad de Iowa (EEUU). También es autor de importantes libros divulgativos como El sueño de la inmortalidad, Cómo funciona el cerebro, El dios de cada uno, o ¿Está nuestro cerebro diseñado para la felicidad?.

Cabe destacar sus investigaciones en torno a las emociones. En una reciente conferencia celebrada en la Universidad de Huelva, el Dr. Francisco Mora afirmó que la “emoción es el mejor canal para mejorar el aprendizaje”, e hizo hincapié en la importancia de una buena Educación emocional desde la ‘Neuroeducación’, considerando que debe “rediseñarse” la forma de enseñar, poniendo el foco en “despertar la curiosidad, emocionar, para que estemos motivados en aprender”. Si en nosotros no se genera una “emoción con lo que queremos aprender, será más difícil que nuestro cerebro lo retenga”, dice el experto, por lo que “para aprender hay que ser feliz haciéndolo”.


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