Macarena de la Torre, la cantante e influencer onubense que solo sigue la tendencia de "sentirse cómoda contigo misma"

Macarena de la Torre es uno de los rostros onubenses más visibles de Instagram. Que no os engañen sus más de 42 mil seguidores; la naturalidad y simpatía que irradia te cautivan desde la primera palabra que esboza.

Para Macarena, nacer en Almonte implica tener una conexión directa con el folclore, el cante y la música. "Lo tenemos en el ADN", afirma la cantante. "Los almonteños/as tenemos una conexión especial con la música por el Rocío. De la romería trascienden tres cosas principalmente: la fe a la Virgen del Rocío, el culto y el cante a la misma. En nosotros es algo casi innato porque lo hemos escuchado desde que nacimos", reflexiona.

La artista ha crecido escuchando el canturreo de su casa. "Mi abuela era imitadora de la Niña de los Peines y mis padres siempre han cantado. Ninguno se ha dedicado profesionalmente pero la música ha estado de fondo y forma parte de nuestro día a día".

Carrera profesional

Con 22 años, cuando finalizó sus estudios y comenzó a trabajar, nunca hubiera dicho que el futuro que le esperaba era ganándose la vida como artista. "Adquirí una beca de formación sobre flamenco y comencé a conectar con el mundo artístico. Desde entonces, no he parado de hacer lo que me apasiona", cuenta de la Torre.

Primero, vino un premio de fandango joven. Después lo siguieron otros muchos primeros galardones de la provincia onubense. Sin prácticamente darse cuenta —puesto que para ella era disfrute más que trabajo— Macarena había conseguido abrirse las puertas de uno de los mundos donde más cuesta entrar.

"Hay otros logros que no vienen acompañados de un diploma, pero que me han marcado". De hecho, Macarena ha formado parte del elenco de artistas como Manolo Sanlúcar, Arcángel o José Merced. "Lo que más me ha sumado ha sido poder hacer carrera yo misma de lo que hago. Me enorgullece poder abrir un teatro con el cartel de Macarena de la Torre".

El brillo de Macarena es el que irradian las personas que se sienten satisfechas consigo mismas, que disfrutan del día a día y de las oportunidades que les ofrece el destino. Y lo cierto es que tampoco ha sido un camino de rosas. "La parte más dura son las horas que le tienes que dedicar porque la música es un aprendizaje continuo. Tienes que estar al cien por cien todo el tiempo".

Tiene claro que una de las cosas de su profesión que más le duele son los comentarios destructivos de algunos compañeros. "Darme cuenta de que algunos compañeros no gestionan el tema desde el compañerismo sino desde la competitividad me afecta bastante", afirma la artista. A pesar de esto, Macarena dice no tener demasiados haters: "algunos comentarios son desagradables, pero el artista es más artista cuando empieza a aceptar la crítica".

El confinamiento: lluvia de ideas de Macarena

A raíz del confinamiento, la cantante se exploró a sí misma más que nunca. "Fue un antes y un después porque me refugié en las redes sociales para proyectar contenido y estar entretenida. Sin darme cuenta estaba consiguiendo el efecto contrario: entretenerlos yo a ellos/as". La escasez de contenido en medios y el auge de las redes sociales sirvió a muchos artistas como escaparate donde mostrarse tal y como son, en su cotidianidad y su entorno más cercano.

Macarena fue una pionera en lo que a esto se refiere: hacía directos con su familia, cantaba, cocinaba, enseñaba algunos peinados para el Rocío... Así, se levantaba con hasta 2.000 seguidores nuevos en Instagram cada día. "Mi verdadero miedo era la caída que había sufrido mi agenda, que era espectacular para ese año y se había desmoronado completamente, pero lo cierto es que no me aburrí ni un minuto".

Según Macarena, el instinto de supervivencia es una seña de identidad de los artistas. Al ver que tenía difícil vender su arte, decidió explorar nuevos caminos como la creación de camisetas -ideadas por ella y diseñadas por dibujantes-, vestidos e incluso sacó al mercado su propio vino frizzante. 

En el Rocío del año 2019, el periódico ABC la etiquetó como una de las diez personas mejor vestidas en la romería. "Me hizo una ilusión tremenda", cuenta con el entusiasmo que le caracteriza. "Me definían como influencer. Yo conozco a muchas de ellas personalmente, como a Dulceida u otros rostros conocidos y las respeto y admiro enormemente, pero no me siento identificada al cien por cien. Entonces fue cuando patenté la expresión flamenkencer".

"El flamenkencer es el que influye desde el flamenco. ¡Yo a todo le pongo un lunar!. Cada vez más gente se vio representada por el término, que implicaba un toque de gracia y frescura, y así nació mi firma de flamenkencer."

El Rocío de Macarena

El camino del Rocío de la cantante es un camino bonito, relajado y de convivencia. "Es un Rocío de entre familia y amigos que me permite ir a los puntos más importantes y echar un rato de cante". Para la onubense, hay una confluencia perfecta entre la fe, la devoción y la fiesta.

El Rocío, además de los buenos ratos, la compañía y la devoción por la virgen, implica también las primeras calores, se retiene mucho líquido  y, conforme evoluciona la vida, "hay que utilizar la moda para sentirse cómoda y con movilidad". Eso sí, si le preguntas por sus preferencias, Macarena te hablará de su amor incondicional por los colores vivos y por los complementos blancos y rojos.

Tiene claro que la mejor tendencia es sentirse cómoda. "Yo no voy por modas. Me visto como me siento a gusto dentro de un estilo femenino y favorecedor. Por mucho que se lleve el color verde botella yo no me lo pongo porque no me gusta ni me veo favorecida. Mi tendencia es verme guapa. Todo lo que implique que te veas favorecida, esa es tu tendencia".

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