"¿Y si no entro en la carrera que quiero?": otras alternativas que quizás no has barajado para tu futuro

Se avecina un verano algo estresante para aquellos/as que se han examinado de selectividad recientemente y, aunque han dado lo mejor de sí, no han recibido la puntuación que esperaban. Contamos con un amplio abanico de posibilidades que pueden impedir que entres en la carrera que habías considerado como opción prioritaria: quizás, has obtenido un brillante resultado de la media entre selectividad y bachillerato, pero la nota de corte de la carrera de tus sueños es tan elevada que compites con otras personas con notas algo más altas que la tuya.

En otros casos, aunque tu media de bachillerato es buena, los agotadores días de selectividad te jugaron una mala pasada y, como consecuencia, tu puntuación total bajó notablemente disminuyendo las posibilidades de entrar en el grado que habías solicitado como primera opción. 

Contarás con tres adjudicaciones antes de la publicación final de las listas de resultas, además de la posibilidad de alegar. Una vez finalizado el verano, habrás entrado en uno de los grados solicitados y podrás proceder a hacer la matrícula para comenzar con tu etapa universitaria. 

Pero, ¿qué pasa si no he conseguido entrar en la carrera que quería?

Exploramos algunas opciones para tu futuro que, quizás, no has barajado: 

1. Tratar de mejorar la nota

Una de las posibilidades es volverte a presentar en la siguiente convocatoria para sacar una mejor nota. Puedes intentarlo cuantas veces necesites y, por suerte, si obtienes una nota inferior en el siguiente intento no tienes que preocuparte: en la fase obligatoria tendrá siempre prioridad la calificación más alta (sin importar la convocatoria). 

Lo cierto es que mejorar tu nota de selectividad no suele ser una opción fácil, pero si cuentas con una buena media de Bachillerato y la nota de corte no está demasiado por encima de tu nota actual, es una alternativa recomendable. Es la decisión que suelen tomar aquellos que sufrieron un mal día (o una mala semana) que condicionó los resultados de sus exámenes. En este caso, debes saber que tienes la posibilidad de repetir la prueba completa de selectividad (obligatoria y voluntaria), puedes presentarte únicamente a la fase voluntaria manteniendo la nota de la obligatoria, o bien presentarte a la obligatoria manteniendo la nota de la voluntaria (que caducará a los dos años). 

Algo que debes tener en cuenta es que la mayoría de las plazas de los estudios con más demanda suelen agotarse en la convocatoria ordinaria, por lo que en la siguiente contarías con menos posibilidades de entrar. En este caso, puedes considerar el resto de estudios que están relacionados a tu primera opción o bien esperar al curso siguiente para volver a intentarlo. 

2. Universidades online

En la era del teletrabajo y de internet, muchas de las carreras con mejores valoraciones de nuestro país son las que están impartidas por universidades a distancia u online. En este caso, los periodos de matriculación suelen ser distintos a los que establecen las universidades presenciales y cuentan con número de plazas algo más numeroso debido a las condiciones propias del formato de las clases. Algunas universidades online de renombre de nuestro país son la UOC, la UNED y UNIR

3. Universidades privadas

Aunque para entrar en las universidades privadas debes de haber aprobado selectividad, no suelen regirse por el mismo sistema de acceso de las universidades públicas. Además, puedes revisar las becas a las que tienes acceso para matricularte en la universidad privada, con posibilidad de financiar tus estudios. 

4. Formación Profesional: ciclo formativo de grado superior

El ciclo formativo de grado superior suele ser una opción de lo más práctica con posibilidad de incorporación al mercado laboral de una forma más rápida (en algunos casos) que a través de carrera universitaria, puesto que la segunda abarca más años. Tendrás que estar atento/a en este caso: la preinscripción se realiza durante un período anterior a la universitaria y podrá ser confuso el sistema de plazos.

5. Empezar una carrera que tenías como alternativa y cambiar de grado más tarde

Esta opción podrás llevarla a cabo si la carrera en la que sí has entrado ofrece la posibilidad de convalidar las asignaturas aprobadas con otros grados. Quizás, te llevas una sorpresa y descubres que has entrado en la carrera que realmente se ajustaba más a ti y a tus preferencias. 

Existen muchas más opciones como centrarse en los idiomas, indispensables para entrar en el mercado laboral actual, marcharte al extranjero a vivir (por ejemplo, mediante un programa AuPair) o aprender por tu cuenta a través de cursos o formación no reglada. 

Como ves, tienes un abanico de infinitas posibilidades para enriquecer tu vida personal y profesional. Focalízate en lo que quieres, esfuérzate y permítete el lujo de darte más de una oportunidad.