La plataforma 'Alcalaboza Viva' se reúne contra el proyecto minero Valdegrama "por la conservación del patrimonio medioambiental"

El proyecto minero de Valdegrama para la extracción de grafito en la Rivera de la Alcalaboza, tiene muy preocupados a los vecinos de la zona. Agricultores, ganaderos y propietarios de fincas temen que, de desarrollarse el plan de investigación minero ya otorgado por la Junta de Andalucía a la empresa Geoland Services S.L, los ahora cauces vírgenes acaben siendo envenenados por metales pesados.

Los afectados, no obstante, no se han quedado de brazos cruzados constituyéndose como Plataforma Ciudadana Alcalaboza Viva con el objetivo de oponerse al desarrollo del plan minero.

En la última reunión celebrada el 29 de junio en el salón “Calle                                                                                                       Carmen” de Cortegana, los afectados, junto a representantes de organizaciones ecologistas y distintas personas conectadas telemáticamente, se procedió a la formación de la plataforma por unanimidad como "absoluto rechazo" al proyecto de investigación.

Entre los asistentes, destacaba la presencia de Antonio Eloy, profesor y sociólogo portugués y responsable del Observatorio Ibérico de Energía.

En el acto de presentación intervinieron Luisa María Romero Moreno, Félix Talego, Pilar Blanco, Natalia Escaño y Álex Taneguchi y se puso de manifiesto la amenaza que supone para el territorio el proyecto de prospección minera de Valdegrama. En la reunión también se habló de la importancia del agua y del río Chanza a través de su afluente Rivera de la Alcalaboza, dando pie a “la internacionalización del proyecto con el país vecino, Portugal, a través de las aguas que desembocan en el embalse del Chanza".

En un comunicado al que ha podido tener acceso Huelva Hoy, la plataforma desglosa los riesgos de este proyecto:

"El objetivo que declara la compañía es buscar grafito (carbono cristalizado), pero se asegura, en  dicho proyecto, que no se desdeñará si se encuentra níquel o cualquier otro mineral.

Si la o las compañías mineras que promueven esta investigación lograran llevar a cabo su intención, se trataría muy probablemente de una mina a cielo abierto, suponiendo un destrozo irreversible de cientos de hectáreas; si fuese subterránea, pondría igualmente en riesgo nuestras huertas y dehesas, por el riesgo de contaminación de los acuíferos, aguas superficiales y suelos, por la generación de residuos ácidos y metálicos disueltos en el agua y el polvo".

"Los términos municipales a los que afecta este estudio son los de Almonaster (17% de cuadrícula afectada), Cortegana (80%) y Aroche (3%), ocupando una superficie de 1751 Has, y afectando a un gran número de pequeños propietarios con terrenos de un gran valor económico, paisajístico, cultural y medioambiental. Por citar con rapidez, se trata de parajes con huertas, especies protegidas de fauna y flora, bosques de encinas, alcornoques, olivos, yacimientos arqueológicos, construcciones e infraestructuras, que hablan de nuestra historia y memoria de saberes ancestrales. Todo ello con una biodiversidad extraordinaria y con inestimables endemismos que serán objeto de otros artículos".

Para finalizar el comunicado y resumir el objetivo de esta reunión, la plataforma apunta que "se desea volver a transmitir el siguiente mensaje: 'Vamos a trabajar sin descanso por la  conservación de nuestro patrimonio medioambiental, cultural y pureza de nuestras aguas y que todo esto llegue intacto a las futuras generaciones'”.

Y concluyen: "Después de 134 años desde “El año de los tiros” (Riotinto), retomamos: ¡Arriba la agricultura y abajo los humos!".