La situación en la provincia de Huelva por el Virus del Nilo Occidental (VNO) continúa siendo analizada por parte de la Delegación de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía en Huelva.
De esta manera la delegada territorial Manuela Caro ha recordado qué municipios onubenses se encuentran en estos momentos en nivel de riesgo. En concreto, Campofrío se sitúa en el municipio de la provincia donde la alerta es mayor con un nivel 5 de riesgo, por detrás se encuentran Almonte, La Palma del Condado y Huelva capital con nivel 4 de riesgo y por último Zufre en nivel 3 de riesgo.
Desde la delegación territorial insisten en que la Consejería de Salud está "coordinada" con los municipios afectados así como con la Diputación de Huelva "para desarrollar actuaciones de control del mosquito".
"Son actuaciones que han de acometer las autoridades locales, pero la Junta está en constante comunicación con ellos para toda la asistencia técnica, la metodología, ayuda para los planes municipales, conversaciones y aclaraciones con las empresas fumigadoras, entre otros", ha explicado.
Caro ha detallado que "para realizar esa asistencia técnica y seguimiento a los planes municipales, la Consejería cuenta con sistemas coordinados de vigilancia, tanto propios como integrando información de otros organismos, por ejemplo, con medio ambiente, lo que permite ir conociendo las tendencias, densidades de mosquitos y circulación del virus y eficacia de los tratamientos aplicados tanto dentro como fuera de los núcleos de población".
¿Cómo se transmite?
La infección por el Virus del Nilo Occidental (VNO) es una zoonosis transmitida por mosquitos del género Culex cuya enfermedad afecta a países del sur, este y oeste de Europa.
El virus se transmite entre las aves a través de la picadura de mosquitos infectados siendo éste su ciclo natural. De esta manera, los humanos y otros mamíferos pueden infectarse de forma colateral, sin que desde ellos se produzcan nuevas transmisiones. según señalan desde Salud.
Alrededor del 80% de las infecciones por el VNO en humanos son asintomáticas, aunque la Fiebre del Nilo Occidental (FNO) es la presentación clínica más común. No obstante, los ancianos y las personas inmunocomprometidas corren un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad neuroinvasiva del Nilo Occidental.
Desde Salud y Consumo se insiste en la necesidad de que la población mantenga las medidas preventivas para evitar picaduras de mosquitos en las horas de mayor actividad de las especies transmisoras de esta enfermedad (en horas de cercanas al amanecer y posteriores al atardecer), tanto individuales –uso de repelentes registrados de uso tópico y ropa clara y que cubra la mayor parte de la piel–, así como domésticas –uso de mosquiteras o repelentes ambientales– sobre todo para la población vulnerable con inmunidad comprometida.
En estas recomendaciones hay que incluir evitar las acumulaciones de agua peridomésticas (jardines, macetas, útiles etc.) para evitar que sean usadas para el desarrollo de larvas de mosquitos, como el conocido mosquito tigre.