La subdelegada del Gobierno en Huelva, Asunción Grávalos, ha pedido hoy “calma y tranquilidad” a la alcaldesa de Punta Umbría, Aurora Águedo, y que “confíe” en el criterio y la experiencia de los técnicos del Servicio Provincial de Costas para garantizar el arreglo de las playas tras el temporal registrado hace tan sólo un par de semanas.
“Tenemos que confiar en los profesionales de Costas para adoptar las medidas que sean necesarias y en el momento adecuado, siempre desde un criterio técnico y del buen uso de los recursos públicos”, ha remarcado.
La subdelegada ha insistido, una vez más, en que las playas de Huelva “estarán listas y en óptimas condiciones” de cara a la temporada turística y que el Gobierno de España “ya está trabajando con el objetivo de que en Semana Santa la situación sea de total normalidad, siempre y cuando no se produzcan nuevos contratiempos meteorológicos”.
Grávalos ha reclamado, de nuevo, la “colaboración” de todas las administraciones implicadas en la gestión de la costa “cada una desde su ámbito competencial”. En este sentido, ha lamentado que durante la hora que estuvo con la alcaldesa de Punta Umbría visitando el pasado día 13 la playa de El Portil, no le comunicase su intención de pedir la declaración de zona catastrófica, “a fin de poder explicarle que la nueva normativa recoge claramente los trámites, plazos y procedimientos para que los ayuntamientos puedan solicitar ayudas en estos casos”.
Y es más, el propio Real Decreto-Ley del 27 de enero por el que se adoptan medidas urgentes para paliar los daños causados por los temporales de diciembre de 2016 y enero de 2017 también da amparo al último temporal de febrero.
En esta línea, Grávalos ha reiterado su “total disposición” a ayudar a la alcaldesa puntaumbrieña y a colaborar con el Ayuntamiento para que la playa de El Portil esté lista de cara a la llegada de veraneantes y turistas “consciente de la importancia y el peso del sector turístico en la provincia de Huelva”.
La subdelegada, por último, ha resaltado la “capacidad” de respuesta del Gobierno de España “para paliar los daños provocados por los temporales con la máxima diligencia”, como ya se demostró en mayo de 2016 cuando se llevaron a cabo trabajos por valor de 500.000 euros para reparar los daños en siete playas onubenses tras una intensa borrasca en vísperas del verano.
