Desde la Asociación Española de Consumidores han dado parte de que, en el fin de semana, agentes de la Guardia Civil, junto con técnicos de la Delegación Territorial de Salud y Consumo de Sevilla, han incautado más de 50.000 kilos de jamones y paletas de cerdo localizados en dos almacenes clandestinos situados en Alcalá de Guadaíra y Dos Hermanas.
Para su sorpresa, han encontrado jamones que estaban totalmente cubiertos de moho o con gusanos. En estos almacenes, los investigados contaban con puestos de "lavado de cara" donde los jamones primero eran lavados con agua a presión o quemados para que aflorara la grasa. Después se les aplicaba una mezcla de aceite de semillas y carbón vegetal para mejorar su aspecto de producto "pata negra". También se han localizado bidones de acaricida, que se aplicaba para evitar insectos e incluso cuando la pieza entera no reunía los mínimos requisitos, la usaban para comercializarla cortada en lonchas o en bolsas de tacos.
Los siguientes pasos, según ASESCON, son los de investigar los distintos establecimientos, tanto de distribución como de restauración, donde hayan podido venderse estos jamones con el fin de que sean definitivamente retirados del mercado. Tales hechos suponen un peligro para la salud pública, puesto que las condiciones higiénico-sanitarias encontradas y con un etiquetado falsificado, suponen una manipulación de las fechas de caducidad los lotes. En ocasiones, el número de registro sanitario que se estaba usando no existía y el certificado de calidad de los ibéricos se había copiado a otro operador.
Igualmente, el Presidente de la Asociación Española de Consumidores se pondrá en contacto con las Asociaciones y empresas dedicadas a este sector del Consumo con el fin de establecer campañas de confianza hacia los consumidores.
