En la Plaza Corteconcepción, en un piso céntrico situado en Huelva capital, viven dos inquilinos de lo más singulares.
Dos gallos, "mascotas" de uno de los vecinos del bloque, se han convertido en la peor pesadilla de algunos de los que tienen que convivir con los ruidos, típicos de aves que no deben permanecer en espacios cerrados, en medio de una ciudad.
Algunos de ellos han denunciado ya el "insoportable ruido" que hacen los animales, y que están dificultando la vida de aquellos que tratan de realizar actividades básicas de su día a día con normalidad. Según el vecindario, el dueño de las aves los saca al balcón desde primera hora de la mañana provocando el insomnio de las personas que allí residen. Tras varios intentos fallidos de uno de los padres de familia del bloque de conversar con normalidad acerca de la situación con el dueño de los gallos, ha denunciado a la Policía Local y Ayuntamiento de Huelva sin obtener, tampoco, ninguna respuesta por el momento.
El vecino, que se encuentra de baja laboral por depresión y ansiedad, ha asegurado que el dueño de los animales los tapa con una sábana para que la gente no pueda verlos, aunque su presencia sigue siendo más que evidente.