
El equipo de investigación que se halla en El Campillo ha hallado numerosos restos de sangre en la casa de Bernardo Montoya que podrían corresponder a Laura Luelmo, la joven profesora cuyo cadáver fue hallado el lunes.
Se trata de restos biológicos que el agresor, detenido por la Guardia Civil, no pudo hacer desaparecer a pesar de haber fregado la vivienda para borrar cualquier pista, según señalado medios como La Sexta y Efe.
El hallazgo de restos de sangre demostraría que Montoya, un hombre de 50 años que en octubre salió de la cárcel, llevó a su casa a la víctima, en contra de la versión que, al parecer, ofreció el presunto asesino a los agentes de la Guardia Civil.
Montoya ha confesado que secuestró, intentó violar, sin conseguirlo, y mató a la joven profesora zamorana, si bien la autopsia ha confirmado que sí hubo agresión sexual.