Doñana Hípica El Pasodoble decide cerrar tras el conflicto del Médano del Asperillo

Sigue la polémica. Doñana Hípica el Pasodoble, empresa autorizada por el Espacio Natural de Doñana para la realización de rutas a caballo por el Parque Natural de Doñana y concesionarios por el Ayuntamiento de Almonte del Centro ecuestre “Pasodoble” en Matalascañas, ha anunciado de nuevo que, después de más de 40 años de actividad ininterrumpida, "nos vemos desgraciadamente obligados a cerrar nuestras instalaciones y cesar en nuestra actividad".

De igual modo, este lunes ha publicado un comunicado en el que argumenta esta decisión:

"Todo ello tras llevar más de 5 meses sin poder acceder a la parte más importante de nuestro recorrido: las playas del Parque Natural, tras la eliminación del único acceso seguro que aún quedaba en la zona y por la imposibilidad de que las administraciones competentes nos den una solución tal y como se hacía años anteriores cuando el mar en su avance natural destruía kilómetros de acantilados arenosos incluido dichos accesos.

Como ya anunciamos en su momento, el intento de adecuación de uno de esos antiguos accesos por parte del Ayuntamiento de Almonte tras nuestra solicitud de ayuda en busca de una solución, ha sido usado políticamente de manera interesada, habiéndose hecho eco en medios de comunicación y creando confusión a la opinión pública con titulares excesivos y exagerados.

Así, se ha magnificando algo puramente anecdótico y que como ya hemos reiterado muchas veces, es práctica habitual desde hace decenas de años por parte de las diferentes corporaciones municipales que han gestionado nuestro municipio: si un acceso se perdía por efecto del mar (cosa habitual por la dinámica de este sector de la costa), se intentaba adecuar de la mejor manera posible.

Nuestra actividad de rutas a caballo supone que personas sin experiencia monten a caballo por primera vez y para nosotros la seguridad es lo primero, por lo que dichos accesos deben estar en perfectas condiciones con pendientes suaves y sin “escalones” que puedan provocar un accidente.

Lamentamos mucho la pérdida de puestos de trabajo directos. En nuestro caso, unos cinco entre indefinidos y temporales, así como el efecto sobre empresas suministradoras locales (piensos, veterinario, herradores, etc.); pero sobre todo nos produce enorme tristeza dejar de hacer felices a tanta gente después de más de 40 años siendo además pioneros en Huelva en este tipo de actividades. Han sido centenares de miles las personas que han podido conocer y disfrutar en estos años gracias a nosotros de una zona muy especial de nuestro entorno, de unos paisajes únicos e increíbles y de una playa fantástica.

Hemos oído ya demasiadas veces que disfrutamos de un lugar único y excepcional que debería ser nuestro orgullo y nuestro principal atractivo para implementar un modelo de turismo sostenible que conjugue conservación con desarrollo; sin embargo, desgraciadamente seguimos sin ser capaces de ponerlo en valor, y prueba de ello es que después de tantos años y de tanto esfuerzo sigue existiendo un absoluto desconocimiento por parte de la propia población local del potencial que tenemos.

Son los políticos y gestores de la administración los que deberían estar ahí para dar soluciones y no para crear o incrementar los problemas de los ciudadanos. Es triste pensar que nuestro cierre significa una merma más en la ya de por sí escasa oferta turística de Matalascañas, que cada año va perdiendo recursos e interés turístico.

En los últimos años habíamos conseguido firmar acuerdos con importantes touroperadores internacionales para atraer un público especializado y amante de los caballos, con muy buenos resultados. Todos los meses, incluso en temporada baja, hemos realizado rutas especiales con americanos, australianos, canadienses, alemanes, etc., que se sorprendían de la belleza de nuestro entorno y de lo exclusivo de cabalgar por unas playas como estas.

En cuanto a nuestra credibilidad, tenemos las cosas muy claras y la conciencia muy tranquila ya que a pesar de los titulares no va a quedar ningún daño al medio ambiente ni afectación grave irreparable como a algunos les gustaría para justificarse. En dos o tres años el mar habrá hecho su trabajo y de dicha actuación no quedará ni rastro.

Nuestra empresa ha sido siempre muy respetuosa con nuestro entorno y tenemos una ética de trabajo basada en los principios del desarrollo sostenible y de la gestión de la calidad; así lo demuestran las campañas de limpieza de la playa que hemos realizado cada año de manera particular, la escrupulosa información sobre la actividad que ponemos en nuestra publicidad, nuestra participación activa en todos los eventos patrocinados por administraciones y colectivos de la zona, el apoyo a iniciativas locales de todo tipo, la participación en ferias de turismo y acciones de promoción del territorio, el compromiso con la calidad certificándonos con diferentes sistemas, etc.

Pero lo que más nos llena de orgullo es contar con los comentarios de enorme satisfacción por parte de la mayoría de nuestros clientes, que no sólo han disfrutado de los valores ambientales de nuestro entorno, sino que los hemos acercado al mundo del caballo por primera vez. Hemos sido varios años galardonados con certificados de excelencia en diferentes portales web de opinión, y son cientos los comentarios en redes sociales que califican esta experiencia como una de las mejores de su vida. Con todo esto nos quedamos.

Por último, queremos agradecer de corazón a todas las personas que nos han apoyado en estos últimos años y a todas aquellas que han posibilitado el desarrollo de nuestra actividad: trabajadores, proveedores, gestores y técnicos del espacio natural y de las diferentes administraciones con las que hemos tenido que tratar, y a nuestros amigos y familiares que sin su ánimo habrían hecho más difícil mantenernos en los momentos duros.

Por supuesto no debemos dejar de mencionar a todos esos maravillosos animales que nos han hecho compañía y a los que hemos querido y cuidado. Todos nuestros caballos, muchos de ellos rescatados cuando iban a ser abandonados por sus dueños, han tenido una larga y buena vida y se han mantenido sanos y bien alimentados. Deseamos que el sentido común prevalezca y se pueda algún día retomar esta actividad de nuevo con todas las garantías".