El Ayuntamiento exigirá un aval a las obras que generen residuos

El Ayuntamiento de Huelva está ultimando un borrador de ordenanza municipal para modificar la actual norma que regula en la capital la recogida de residuos de la construcción y usos comerciales mediante cubas situadas en la vía pública, con el objetivo de ajustarla al actual marco normativo y asumir e incorporar, de este modo, las líneas de trabajo sobre economía circular que vienen impulsándose en los últimos años.

Así, como ha explicado el segundo teniente de alcalde, Manuel Gómez Márquez: ”en las próximas semanas, desde el área de Urbanismo, Medio Ambiente y Transición Ecológica vamos a concertar una ronda de contactos con representantes vecinales, sindicales y del sector de la construcción para dar a conocer las novedades de la ordenanza y estudiar las propuestas que puedan ser trasladadas por los interesados”.

Según avanza el responsable municipal, la principal novedad que recogerá la nueva ordenanza será la fijación en la concesión de las licencias municipales de obras de un aval o garantía financiera al productor de residuos de construcción y demolición en cuantía suficiente para garantizar el cumplimiento de sus obligaciones.

En este sentido, conviene recordar que la ordenanza municipal vigente es muy anterior al Real Decreto 105/2008, de 1 de febrero, por el que se regula en nuestro país la producción y gestión de los residuos de construcción y demolición, que estipula el régimen jurídico de la producción y gestión de estos desechos con el fin de fomentar su prevención, reutilización, reciclado y otras formas de valorización, asegurando que los destinados a operaciones de eliminación reciban un tratamiento adecuado, y contribuir a un desarrollo sostenible de la actividad de construcción.

Este Real Decreto prevé, en el caso de obras sometidas a licencia urbanística, la constitución cuando proceda de una fianza o garantía financiera equivalente que asegure el cumplimiento de los requisitos establecidos en dicha licencia con relación a los residuos de construcción y demolición de la obra, precisando que en aquellas obras cuyo proyecto incluya un estudio de gestión de residuos de la obra, el cálculo de la cuantía de la fianza o garantía financiera equivalente se basará en el presupuesto de dicho estudio.

En opinión de Gómez Márquez, “asegurar el mejor tratamiento de los residuos y aplicar los principios de prevención son aspectos irrenunciables para proporcionar una calidad ambiental óptima y preservar los valores paisajísticos de los entornos de las ciudades”.

Los residuos de construcción y demolición representan el 30% del total que se generan en la Unión Europea. Gran parte acaban en el vertedero, aunque muchos de los materiales podrían reutilizarse, teniendo un gran potencial de reciclado, pero entre los países miembros se difiere en el porcentaje de aprovechamiento de tales residuos. De hecho, hay una horquilla que va del 90% al 10% de residuos de construcción reciclados.

En paralelo al cumplimiento de la jerarquía de gestión de residuos, en diciembre de 2015 la Comisión Europea adoptó un Plan de acción para la economía circular para dar un nuevo impulso al empleo, el crecimiento y la inversión y desarrollar una economía sin emisiones de carbono, eficiente en el uso de los recursos y competitiva. “Lograr el cambio de modelo hacia una Economía Circular es un objetivo cuyo logro pasa por la adopción de instrumentos tanto legales como económicos y sociales” ha precisado Gómez, para lo cual es necesario potenciar la concienciación social y la participación de forma coordinada de los sectores implicados en todas las etapas de producción y de la generación y gestión de los residuos.

El Ayuntamiento de Huelva cuenta desde el año 2001 con una ordenanza municipal que regula la recogida de residuos de la construcción y usos comerciales, cuyos objetivos abarcan desde ordenar la retirada de los espacios públicos o privados de residuos procedentes de las actividades de construcción, demolición, reformas de edificios o infraestructuras urbana; hasta fomentar y potenciar las actitudes, costumbres y conductas respecto a la separación en origen, la recogida selectiva, la reducción de la producción de residuos, la minimización del consumo energético asociada a su génesis y eliminación, la puesta a punto de técnicas de reciclaje y de desarrollo sostenible respecto a ellos.