
Han sido años de dura lucha pero, finalmente, el Hospital materno-infantil será una realidad. Desde la Junta de Andalucía no han podido resistirse a una demanda que aumentaba año tras año al clamor no sólo de los profesionales sanitarios y de los sindicatos, sino de la práctica totalidad de la sociedad onubense.
Las victorias, no obstante, consisten en lograr igualmente el ‘qué’ y el ‘cómo’. Porque lo que se ha conseguido es una infraestructura independiente adosada al Juan Ramón Jiménez, y no una ubicación en Consultas Externas del mismo hospital. El proyecto será licitado en 2023. ¿Qué se sabe por el momento? Que implicará la unificación de las áreas de Pediatría y Ginecología y Obstetricia, incluyendo sus consultas externas; consultas de Salud Mental infanto-juvenil en habitaciones diferenciadas por edades y salas de descanso para los profesionales. A esto se añade un aumento de los puestos UCI en un 33,33%, del número de paritorios en un 25%, del número de camas de pediatría en un 36,6% y de camas del materno en un 12%.
La ubicación se hallará en la actual zona del helipuerto del Hospital Juan Ramón Jiménez, contando con un equipamiento de última generación y alta tecnología, que se pretende que sea un ejemplo para las sucesivas mejoras sanitarias onubense que, se espera, vendrán.
En cualquier caso, habrá que examinar debidamente el proyecto definitivo antes de dar nada por hecho pues, como suele decirse, hasta el rabo todo es toro. Y no debe esto suponer un freno para las reivindicaciones en el sector, toda vez que es previsible que la decisión adoptada por la Junta de Andalucía tenga un claro tinte electoralista, sabiendo que las elecciones municipales están a la vuelta de la esquina y que los populares quieren apuntalar a los suyos con un evento de esta magnitud. Estaremos vigilantes.
Pablo Gea