Empresarios de Mazagón se desnudan para ayudar a los necesitados

Doce empresarios onubenses han decido empezar el año desnudándose para ayudar a las familias más necesitadas de Mazagón. Los empresarios, de distintos sectores, han posado para un calendario en el que se muestran desnudos en varias poses. El dinero recaudado irá a parar a los servicios sociales de la localidad. Según publica andalucesdiario.es, en este proyecto solidario, promovido por un taller de ocio de la playa, han colaborado esteticistas, hosteleros y dentistas, que muestran su cuerpo sin pudor ante el fotógrafo Sergio Cantos. La imprenta Creagrafer se ha encargado del diseño final de los 500 calendarios que han salido a la venta.

Un trabajo curioso “y nada habitual”, como explica el diseñador de la obra, Miguel Rodríguez, que admite: “No se montan cosas eróticas habitualmente, pero cuando contactaron conmigo decidí hacerlo, y montarlo con una línea que no estuviese cargada ni estrambótica, y la verdad es que ha sido un éxito”.

Se trata de la segunda ocasión, tras la prueba del año pasado, en que sale adelante una idea como esta, para mostrar el lado más sensual, atrevido y humano de profesionales de varios ámbitos, entre los que se encuentran Javier Salas y Vanessa Llamas, un matrimonio que llevan adelante una clínica dental. Son los protagonistas del mes de febrero. Salas ha señalado que al principio les daba “un poco de vergüenza”, pero ante el fin social al que va destinado lo que se recaude decidió ir a por todas, y tras media hora más o menos de pose salió la foto que se ha editado.

Aunque cada foto tiene su historia, y a sensualidad puede que gane la de mayo que muestra a la veterinaria Eva María Conde, la estrella, de momento, es la de enero, como coinciden casi todos los modelos. Enero es Juan Eugenio Carrera, empresario hostelero, que tapa sus genitales con un jamón de pata negra sentado ante la chimenea de su bar.

Empresario de Mazagón

Carrera recuerda que fue una sesión curiosa: “Me tuve que coordinar con el fotógrafo para hacer las fotos cuando el bar estuviese cerrado, y tuvo la idea de encender la chimenea, y la verdad es que salió curioso para ser la primera vez que hacía algo parecido”. En su bar se han vendido en pocos días el medio centenar de calendarios que puso a la venta, y todo el que lo ve “le gusta mucho, y la gente a mí me dice que estoy muy natural y se ríe bastante, como yo en la foto”.

La primera experiencia despertó tal interés que incluso se tuvo que elaborar una lista de espera para poder colaborar en la iniciativa, que ha vuelto a resultar todo un derroche de solidaridad, optimismo y generosidad, y con la que se puede colaborar con solo un euro, que va a parar directamente a los servicios sociales de la localidad.

Foto: andalucesdiario.es