Gibraleón espera impaciente a San Isidro por la calle

Gibraleón se prepara para vivir uno de los momentos más esperados de todo el año: las fiestas en honor de San Isidro Labrador. Miles de personas entre olontenses y visitantes se echarán a la calle el próximo fin de semana al paso del Patrón de los labriegos, al que desde balcones, puertas y azoteas le serán lanzados panes y otros alimentos, incluidos algún que otro jamón.

A las nueve de la mañana del sábado se abrirán de par en par las puertas de la iglesia Santiago Apóstol para la salida en procesión de la venerada imagen, que recorrerá parte de las calles de la localidad en esa jornada.

San Isidro llega a su capilla

Tras su recogida en la noche del sábado, el domingo San Isidro volverá a procesionar por el resto del municipio y, al igual que el día anterior, se repetirán escenas de devoción y diversión.

No faltarán durante toda la jornada los cantes y bailes alrededor del Santo, a lo largo de calles que se quedarán pequeñas ante el masivo flujo de personas que participarán en la procesión.

Uno de los momentos más intensos se vivirá en la recta final de las fiestas, en la subida de la calle Santo Domingo, donde no cabrá un solo alfiler debido a las muchas personas que se congregarán en la zona.

San Isidro se dirigirá posteriormente a su ermita, donde tendrá lugar el relevo de hermano mayor de cara al próximo año.

Las fiestas en honor del patrón de los agricultores comenzaron con el pregón que, en esta ocasión, pronunció la maestra Lola Rodríguez, presentada por su hermano, el ex alcalde olontense José Luis Rodríguez.

Posteriormente se llevó a cabo la romería, en la que se celebró la ofrenda floral y la bendición de los campos así como la solemne función religiosa, que son los principales actos y cultos que tienen lugar cada año en honor de San Isidro en el recinto romero que lleva su nombre.

En esta ocasión, la hermandad ha contado con la hermana mayor más joven de toda su historia: María Medina, de 17 años de edad.