Todo apunta a que el cadáver del gigantesco animal podría haber sido arrastrado por las olas hasta la orilla, donde quienes lo han presenciado se preguntan si se trata de una ballena o un tiburón.
Sin embargo, por las características del cadáver hallado, podría tratarse de un pez remo gigante. Suele vivir entre 200 y 1.000 metros de profundidad y se caracteriza por la piel plateada y las aletas rojas.
Aunque es cierto que hasta ahora solo es una leyenda, la casualidades de sus apariciones previas a los terremotos de Japón y Filipinas ha llevado a varios científicos de aquellas zonas a estudiarlo con el objetivo de descubrir si tienen alguna capacidad de predecir estos desastres naturales.
En los restos hallados, de algo más de dos metros de longitud, se puede apreciar aún la espina dorsal del animal.
(Foto: Unión de Vecinos de Urbasur)