Incertidumbre tras la quiebra de Thomas Cook

La situación del grupo británico-alemán Thomas Cook, que entra en suspensión de pagos, ha provocado la incertidumbre en los establecimientos hoteleros de la Costa onubense en los que funciona como proveedor de clientes.

El operador, con 178 años de antigüedad, posee una deuda de 1.700 millones de libras.

Su caída se debe, en gran medida, al fracaso de las negociaciones de emergencia entre su principal accionista, la china Fosun, y los acreedores.

La compañía, que cuenta con 22.000 trabajadores -9.000 en el Reino Unido- no ha logrado reunir los 227 millones de euros que necesitaba para su supervivencia a corto plazo.

La crisis de Thomas Cook se dejará notar, sobre todo en los destinos turísticos de Canarias y Baleares.

El vicepresidente de la Junta y consejero de Turismo, Juan Marín, ha mostrado su preocupación ante esta situación y ha explicado que se mantienen contactos con los gobiernos español y británico con el fin de que los turistas afectados se vean lo menos perjudicados posible.