Representantes sindicales de los funcionarios de prisiones de Acaip, CCOO y UGT han cortado esta mañana el acceso a la cárcel de Huelva en protesta por la situación que se encuentran las prisiones españolas y, sobre todo, dicho centro. Esta protesta ha acabado con un enfrentamiento entre los funcionarios de prisiones y los agentes de la Policía Nacional, que ha tratado de evitar que cortaran el acceso.
La cárcel de Huelva, según Acaip tiene un 15% de vacantes sin cubrir, "lo que pone en peligro las prestación del servicio, tanto en materia de seguridad como en prestaciones asistenciales" y han incidido en el problema de la carga de trabajo de los funcionarios y el reparto de la medicación. "La de toda una semana se realiza en solo un día", según ha indicado José Luis Pascual, el presidente de Acaip España. La mayoría de los presos tienen patologías y si les dan la medicación de una semana en el mismo día saben que se va a hacer un "mal uso de esos medicamentos" por lo que piden que se se solucione por el bien de los mismos.
Fernando Mohedano, delegado sindical de UGT en la cárcel de Huelva, ha señalado el desnivel en los complementos específicos, lo que hace que funcionarios de otras partes del país cobren más que ellos, por lo que también reivindican acabar con la brecha salarial.
Los representantes de los funcionarios de prisiones han señalado que continúan sufriendo agresiones a diario en las prisiones, "mientras los responsables políticos miran para otro lado, sin rumbo ni planificación en la política de tratamiento, con un abandono sistemático de las prestaciones asistenciales, con la constante privatización y deterioro de servicios en el interior y exterior de los establecimientos penitenciarios, con gestores anclados en la desidia, con una total y absoluta falta de planificación y de criterio en la política de personal, que sin duda la coloca como la peor que se recuerda en democracia", han apuntado.
A esta situación, añaden que se viene a unir a la negativa de los responsables del Ministerio "a abrir ningún marco de negociación real y efectivo". Añadido a toda esta dantesca situación, apuntan que el colectivo penitenciario viene arrastrando desde hace años, una brecha salarial entre los propios establecimientos penitenciarios y una perdida de poder adquisitivo arrastrado durante años
