La rebelión interna que se le avecina a Susana Díaz

Susana Díaz sigue mirando para otro lado y desoyendo a quienes, desde Ferraz, siguen indicándole la puerta de salida. En el PSOE comienza a extenderse el temor de que la crisis soterrada que vive la formación tras el reciente descalabro electoral va a ser muy difícil contenerla hasta las municipales.

La última que no ha disimulado su desacuerdo con la actitud de Díaz es la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo. “Los partidos están por encima de intereses personales”, dijo la cordobesa en una entrevista en ‘Espejo público’, donde también pidió una “estrategia de reflexión” y “sabiduría política” para el proyecto socialista en Andalucía.

Y antes que Calvo, el ministro de Fomento y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, y el ministro de Agricultura, Luis Planas, hicieron lo propio.

Pero la ya expresidenta de la Junta, a preguntas de los periodistas, sigue sonriendo y asegurando que tiene el “cariño” de Ferraz. Y piensa que ha ganado las elecciones andaluzas, aunque no haya sido suficiente como para formar gobierno. “Si hubiera perdido me habría ido”, dijo días atrás.

Sin embargo, analistas políticos advierten que, además, a Díaz se le viene encima una rebelión interna de amplios sectores del socialismo andaluz, que la acusan de ser la principal responsable del batacazo electoral y posterior pérdida de la Junta.

No se trataría solo de ‘sanchistas’ sino también de otras sensibilidades del PSOE andaluz, incluyendo alcaldes que comienzan a pensar –aunque nadie reconozca aún en público- que Susana debería dimitir y facilitar un proceso interno de autocrítica y renovación.

Muchos creen que la expresidenta sigue con el “paso cambiado” y piensan, por ejemplo, que es un “error” basar su mensaje en cargar contra la extrema derecha, en alusión a Vox.

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