
Avisan de que los retrasos se han convertido en “algo común” en instrucciones como las de las piezas del “caso ERE”
N. Acedo
Las denominadas “macrocausas” pueden alterar el equilibrio inestable de un órgano judicial, dada su complejidad y su habitual volumen. Sólo el juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla mantiene vivas más de un centenar de piezas, reptadoras como el fuego. La mayoría de ellas son bloques desgajados de la causa matriz centrada en los expedientes de regulación de empleo (ERE) subvencionados por gobiernos andaluces y presuntamente fraudulentos, aunque también se dirigen desde ese centro neurálgico otros procesos como el de anomalías detectadas en cursos de formación o la de los avales de la agencia IDEA, un ente público de la Junta.
Ha sido en una de las piezas del “caso ERE”, la que gira en torno a las supuestas sobrecomisiones que se habrían cobrado en el ámbito de esa trama, en la que el representante procesal de uno de los investigados advirtió al juzgado en un escrito de que se le había notificado una providencia fechada el pasado septiembre en la que se le trasladaba que una información que había reclamado de Generali, una de las aseguradoras implicadas en el “macroproceso”, fue recibida en el órgano judicial y se dio “el oportuno traslado” a las partes, si bien, no fue así. “Salvo error de esta parte, no se ha recepcionado en este juzgado informe alguno de Generali”, se avisaba. Y, de hecho, en una providencia datada el pasado 15 de septiembre, consultada también por Huelva Hoy, se reitera oficio a la mencionada entidad “en los términos acordados” en otra “de fecha 10 de septiembre de 2020”, hacía un año.
Fuentes judiciales aseguran que no se trata de un retraso aislado, sino que se ha convertido en “algo común” que sucede “tanto en la solicitud de prueba de las partes” como en “la tramitación de las múltiples” peticiones “de sobreseimiento”. Lo atribuyen a la carga de trabajo que soporta un juzgado, del que han salido más de una veintena de autos de transformación de las diligencias en un procedimiento abreviado, ligados a las “macrocausas”.
Temor al atasco en la Audiencia
Y como la Justicia está conformada por tejidos conectivos hay otro punto caliente al que aluden las fuentes consultadas. La Audiencia Provincial de Sevilla comienza a tener también “retrasos muy significativos”. Y ponen un ejemplo: si antes se respetaban la primera o la segunda fecha que se fijaba para “la votación y fallo de una apelación”, ahora “ni te suspenden la votación y fallo ni resuelven tampoco y pueden pasar meses y meses”, lamentan.
Desde el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ya mostraron su preocupación por el atasco que los mencionados “macroprocesos” judiciales podían generar en las cuatro secciones de lo Penal del órgano provincial que tienen que celebrar los juicios que brotan del “caso ERE”, los cursos, los avales repartidos por ejecutivos autonómicos, o de causas que arman otros juzgados sevillanos distintos al número 6 como la que ha puesto el foco en la gestión de Invercaria, ente también de la Administración andaluza.