Los burritos bomberos de Doñana comienzan a trabajar un mes antes por la ola de calor

La llegada de la ola de calor, que esta adelantado las temperaturas del verano, ha obligado a los 'burritos bomberos' de Doñana a ponerse a trabajar por la enorme masa de pasto producida por las lluvias de hace un mes, lo que ha convertido algunas zonas del entorno natural en una verdadera “bomba de relojería” por la alta posibilidad de fuegos, según ha indicado el presidente de la asociación 'Burrito Feliz' Luis Bejarano.

Este destacamento de asnos-desbrozadores comienza cada año su trabajo a mediados de junio pero, según los coordinadores de la asociación, todo ha tenido que adelantarse por el creciente peligro de siniestros.

Los casi veinte burros ya han comenzado su programación de cortafuegos en zonas abruptas y de difícil acceso y ya no terminaran su implicación 'laboral' hasta comienzos de octubre.

La localidad de Hinojos cuenta con este curioso destacamento que se ha convertido en la referencia mediática a nivel nacional.

De esta forma, programada y natural, se lucha contra los incendios por medio de animales que se comen el pasto antes de que se convierta en la “gasolina” que acelera los siniestros en zonas naturales.

El 'horario laboral' de estos esforzados asnos comienza a primeras horas de la mañana y concluye al medio día. En ese momento son recogidos de los cortafuegos donde trabajan y se retiran a descansar a las instalaciones del destacamento donde descansan hasta la jornada siguiente.

Según Cristina Mariño que es la coordinadora del proyecto ideado por 'El Burrito Feliz', esta actividad dignifica y hace visibles a estos animales que de esta forma acaban convirtiéndose en elementos necesarios y reconocidos por la sociedad.

En esta organización de voluntarios trabajan por la idea de devolver el asno a las labores de campo y pastoreo y manifiestan su disconformidad con que algunas asociaciones, que según ellos trabajan como empresas, "se lucren a costa de cosechar donativos y ayudas publicas o privadas dedicándose a almacenar asnos en centros de visita e inundar los medios de comunicación de noticias sobre maltratos impactantes para mantener la triste imagen de un entorno de burros generalizado que no se acerca a la realidad".

Comienza la ola de calor y el peligro acecha, pero esto no pilla de sorpresa a los burritos bomberos de Doñana.