La "masacre" de ciervos y muflones, denunciada ante la Comisión Europea

Sigue la polémica tras la montería llevada a cabo en una finca afectada por el incendio de La Granada de Riotinto. Ahora hemos conocido que el Partido Animalista (PACMA) ha denunciado a la Junta de Andalucía y a España ante la Comisión Europea por dicha cacería, que se llevó a cabo el 30 de diciembre, y en la que se abatieron 175 ciervos y muflones.

Ante esta actuación, los animalistas han señalado que "actuaremos con contundencia ante las terribles monterías llevadas a cabo en la finca de El Jarrama y que ya se han cobrado la vida de entre 150 y 300 animales".

Por un lado, han señalado que presentarán denuncia ante la Junta de Andalucía por la "posible vulneración de la normativa vigente en la autorización de estas monterías". Por otro, denunciaran a España ante la Comisión Europea por la "nefasta gestión" de los montes públicos y zonas protegidas europeas, que es llevada a cabo por la Administración autonómica andaluza.

Del mismo modo, señalan que solicitarán con carácter de "urgencia" la suspensión cautelar de las monterías previstas para los próximos días.

La masacre de ciervos y muflones en Huelva, señalan, es "parte de un relato terrible de caza y violencia que no puede quedar impune".

Se calcula que entre 150 y 300 animales, la mayoría hembras preñadas y crías, se encontraban en un coto de caza completamente vallado. Allí fueron atrapados por los cazadores que les dieron muerte.

PACMA es el único partido que se opone sin miramientos a la caza y que ha propuesto prohibirla por ley al tratarse, consideran, de "una actividad violenta y que acaba con la vida de 30 millones de animales al año en España". Al mismo tiempo, han apuntado que trabajan para evitar que monterías y rehalas como las denunciadas sean declaradas Bien de Interés Cultural por la Administración andaluza y otras Comunidades Autónomas, "tal y como han solicitado algunas federaciones y asociaciones de caza". Por ello, "trabajamos para oponernos a esta iniciativa pues de ninguna manera puede considerarse a esta actividad violenta como un Bien de Interés Cultural, representativo de los ciudadanos de este país".

Ante esta situación, desde el Partido Animalista han subrayado que "aunque las federaciones y asociaciones de caza pretendan definir estas terribles matanzas de animales como una costumbre que forma parte de nuestra cultura y que forma parte de los pueblos y de su paisaje, lo ocurrido en Huelva es prueba de que la caza en general, y las monterías y las rehalas en particular, son actividades crueles y violentas que en ningún caso deberían autorizarse y mucho menos pueden ni deben ser declaradas Bien de Interés Cultural por ninguna Administración".