Las balsas de fosfoyesos tienen toxicidad y efectos cancerígenos, según un informe encargado por Fertiberia

Un estudio realizo por la empresa Eptisa Servicios Ingeniería S.L., para Fertibería consta que existe toxicidad e incluso efectos cancerígenos en los residuos que conforman las balsas de fosfoyesos en Huelva.

Así lo cuenta hoy la Ser, que precisa que los niveles medios de mercurio concentrado en los fosfoyesos superan cuatro veces los valores genéricos de referencia.

De igual modo, el arsénico supera igualmente un 10,8% los parámetros permitidos, según dicho estudio de 'análisis de riesgos para la salud humana y los ecosistemas de las zonas 2, 3 y 5’.

Se trata, en concreto, según la información que firma el periodista Santiago González, de un informe donde se responde, en marzo de 2018, a las alegaciones formuladas por las distintas administraciones y en el que se asegura que la clausura proyectada conseguiría reducir los niveles de riesgo detectados para la salud humana hasta niveles aceptables, considerando incluso la posibilidad de visitar la zona de las balsas los 365 días del año.

Además, se precisa que la peor situación se registra en la zona 5 de las balsas, aunque no por la cercanía de los fosfoyesos sino por la presencia histórica de metales pesados en ese lugar.

Así, el riesgo sería inadmisible para residentes en las infraviviendas cercanas o trabajadores que deban permanecer en ese espacio con frecuencia.

El informe de Eptisa reconoce también que podría existir riesgo para la salud de los trabajadores de las balsas 2 y 3 sometidos a altos periodos y frecuencias de exposición.

También indica que una vez clausurada las balsas, se recomienda no permitir el uso público del emplazamiento al menos durante los 30 años establecidos para el periodo de post-clausura.