Una ciudadana evita que se cierre el Registro del Ayuntamiento y consigue que se atienda a todo el mundo

Una vecina de Huelva ha evitado que las puertas del Registro del Ayuntamiento de Huelva se cerrarán a las 13.30 con todos los ciudadanos que esperaban fuera para ser atendidos encerrados dentro «sin ventilación, ni aire acondicionado en apenas dos metros cuadrados que tiene la sala de espera», con lo que, al final, consiguieron que todos los ciudadanos que esperaban pasaran al hall del Consistorio, para no pasar «aún más calor, después de horas en la calle esperando bajo el sol por la demora en la atención de más de una hora».

Además, en la protesta ha indicado que de allí no se iba nadie hasta que todos los que estaban esperando -incluidos los que no tenían cita y llevaban esperando desde las 7.00 de la mañana- fueran atendidos. «Si no tienen personal suficiente, que contraten más, que al final los ciudadanos, que pagamos nuestros impuestos, somos los que encima tenemos que pagar la incapacidad de nuestros políticos», ha indicado la mujer que comenzó la protesta.

Todo esto después de que, desde hace meses, los ciudadanos tengan que esperan colas de horas por la falta de personal para atender en el Registro municipal. Hoy, ha sido la gota que ha colmado el vaso.

Todo comenzó cuando, después de la espera, los vigilantes de seguridad se acercaran a la puerta para pedirle a los ciudadanos que entraran los que tuvieran cita y se marcharan los demás. En ese momento, esta ciudadana comenzó a decirles a los mismos que las puertas no se cerraban con ellos dentro como si fueran «ganado» y que allí había gente esperando para realizar sus trámites desde las 7.00 horas de la mañana, porque así se lo habían indicado desde el Ayuntamiento por la falta de números, alegando que les atenderían cuando hubieran terminado con las citas. En ese momento, otra mujer se levantó y se unió a esta protesta, indicando que «si quieren cerrar la puerta tendrán que aplastarme a mi con ella», mientras se ubicaba entre las mismas.

Ante esta situación comenzó una protesta conjunta de varios ciudadanos que pidieron que acudiera el responsable, a lo que el vigilante contestó volviendo con un Policía Local, que les dijo que las puertas se cerraban. «Nos volvimos a negar y no le quedó más remedio que avisar a un responsable», indica Lola Daza, la ciudadana que encabezó la protesta. «Al poco salió una mujer, no sé si era la concejal encargada o una responsable, y le indicamos que las puertas no se iban cerrar con nosotros dentro de dos metros cuadrados sin ventilación y le hicimos saber que era de vergüenza cómo funcionaba aquello y que teniendo el Ayuntamiento un patrio enorme nos tuviera a los ciudadanos como animales en la calle pasando calor» apunta.

La ciudadana indica que «al final a esta persona no le quedó más remedio que meternos en la entrada del Ayuntamiento y dejar que se hicieran todos los trámites, puesto que querían echar a la gente que llevaba horas allí esperando sin cita porque se les dijo que lo hicieran desde el consistorio, para luego echarlos de allí sin hacer aquello a lo que habían ido».

Esta vez la indignación y la acción de la gente ha sido suficiente para que no les quedara «más remedio que ceder», y señala que «a los políticos se les olvida, igual que se nos olvida a veces a los ciudadanos, que los que mandan no son ellos, que mandamos nosotros con nuestros votos y que pagamos muchos impuestos como para que se nos trate así. estoy segura que los políticos no estaban en la calle pasando calor durante horas como nos tenían a nosotros».