Una madre se quita la vida tras circular entre sus compañeros un antiguo vídeo sexual

Verónica, una mujer casada de 30 años y con dos hijos, trabajadora en una multinacional de automoción en Madrid, se ha quitado la vida después de que circulara entre sus compañeros de trabajo un antiguo vídeo de carácter sexual que ella se había grabado, según informa Espejo Público de Antena 3.

El vídeo, que ella grabó estando en plenas facultades, comenzó a circular entre sus compañeros la pasada semana a pesar de que la grabación se había hecho unos cinco años atrás.

Verónica trabajaba en una empresa con unos 2.500 empleados, la mayoría de los cuales habría recibido la grabación, según creen sus compañeros y recoge La Sexta.

El vídeo llegó incluso hasta el marido de la víctima, que sufrió una crisis de ansiedad al enterarse. Y apenas un día después se quitó la vida.

"Se puso muy nerviosa y se tuvo que marchar de la fábrica porque no aguantaba la presión, tanto aquí como de su entorno familiar", explica Susana Martín, compañera de trabajo de la fallecida. "Ella quería que la historia pasase, que la gente dejara de hablar cuanto antes, no tenía pensado denunciar", explica uno de sus compañeros.

"Cuando se enteró el marido de que el vídeo estaba circulando a ella se le cayó el mundo", afirma otro compañero.

Y asegura que, aunque "al principio no quiso hacer caso", Verónica fue víctima de miradas, "gente que iba al puesto de trabajo para ver quién era la compañera".

"Sufrió mucha presión", relata este trabajador, que cuenta que la joven llegó a hablar con Recursos Humanos sobre el problema, según añade dicho canal de Atresmedia.

Por ello, considera que "todos y cada uno de los compañeros de Verónica" tienen parte de responsabilidad en esta tragedia, incluidos "los que recibieron el vídeo, los que lo difundieron y los que lo vieron ".

Y culpa también, en parte, a la empresa "por haber sabido de esto y no haber sabido atajarlo" y asume su propia responsabilidad "por no haber sabido cómo tratar un tema de esta envergadura".

Cabe recordar que la legislación vigente establece que la difusión de un vídeo íntimo, aun cuando se haya grabado con el consentimiento de la persona, es un delito que puede llevar aparejada pena de cárcel.