Han vendido el mayor parque de Navidad de Europa en Lisboa, una Laponia portuguesa, repleta de nieve artificial, renos, pistas de hielo... Manuel Reyes, natural de Ayamonte, junto a su familia se encontraron con unos tristes animales sobre una lona, en medio del barro, sin nieve artificial y largas colas para entrar en contadas atracciones, tras pagar 24 euros los adultos y 20 los niños.
"No nos podíamos creer lo que estábamos viendo", asegura este ayamontino, que considera "muy decepcionante" la experiencia.
Todo ello ha provocado una gran cantidad de quejas, reclamaciones y cancelaciones especialmente importantes en las provincias de Badajoz y Huelva, se han creado plataformas de afectados que reclaman su indemnización como le ha ocurrido a María Bella Carrasco de Ayamonte.
El pasado fin de semana muchas familias hicieron cientos de kilómetros para encontrarse un parque que no tenía nada que ver con lo que se había publicitado.
La empresa organizadora parece culpar a las agencias españolas de generar falsas expectativas y se esconden en que se trata de la primera edición del evento. Pero esto no convence a los afectados
Esta claro que lo que se suponía iba a ser un cuento de Navidad, se ha convertido en una pesadilla.
