Hermanas de la Cruz

Toni Garrido

La Compañía de las Hermanas de la Cruz se encuentra profundamente integrada en nuestra ciudad. Su vocación por ayudar a los más necesitados nos lleva a considerarlas como los ángeles que Huelva acoge. Su esfuerzo y trabajo llega a límites que muchos no podrían imaginar.

Dan todo lo que tienen y más. Pese a la avanzada edad de muchas hermanas, no desisten en sus labores y continúan dedicadas de lleno a una vida entregada al servicio de los más pobres, enfermos e impedidos. Y, aun contando con semejante fuerza de voluntad, su función se ve realmente limitada durante estas fechas.

Me une a la congregación un vínculo de varios años en los que he tenido la oportunidad de conocer el trabajo que hacen y, según me comentaban hace unos días, necesitan que sigamos apoyando su labor.

Las hermanitas de la Plaza Niña señalaban que todos los alimentos que la gente llevaba a su convento, salía automáticamente. Son muchas personas las que, desafortunadamente, sufren una situación complicada. Afirmaban que, por gracia de Dios, las bolsas de alimentos que recibían, parecían multiplicarse, pues siempre había para todo el que pidiera.

Sin embargo, necesitan más colaboraciones para hacer frente a todas las peticiones que les llegan.

Por otro lado, es muy importante destacar que las hermanas de la Cruz también bendicen con su presencia las calles de la barriada de Las Colonias. No nos olvidemos que las seguidoras de Santa Ángela de la Cruz y Santa María de la Purísima de la Cruz también se encuentran en otra zona de Huelva, en la que cuidan de señoras mayores y ayudan a muchas personas del barrio.

Ellas también necesitan nuestra ayuda. Hace unos días comentaban que, años atrás, recibían más colaboraciones de colectivos, pero ya no las reciben. Tienen muchas necesidades. Son pocas hermanas las que hay en esta residencia, cuidando a señoras entre las que, recientemente, se encuentran varias contagiadas del covid-19. Las hermanitas hacen lo que pueden, pero nuestra ayuda les haría mucho más fácil su día a día, no solo en estas fechas navideñas.

No debemos permanecer de espaldas ante esta realidad. Ellas merecen todo nuestro cariño y ayuda. El mismo amor que nos han traído, debemos devolverlo en forma de alimentos, medicamentos, juguetes y productos de primera necesidad. Hagamos este pequeño esfuerzo por dar alas a nuestros ángeles.