La todavía secretaria general del PSOE-A, Susana Díaz, intenta recuperar la normalidad y asimilar el duro varapalo que habrá supuesto para ella su derrota en las elecciones primarias del pasado 13 de junio.
Si bien es cierto que la ex presidenta andaluza reunió un casi 40% de respaldo en las urnas, el vencedor fue el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, que aglutinó un 55% de votos.
Estas cifras ponen de manifiesto para algunos que el partido, a fecha de las primarias, estaba profundamente dividido. Casi roto en dos mitades.
Por lo tanto, Espadas, que será muy posiblemente el nuevo secretario general, tendrá que emplearse a fondo para que la integración entre unos y otros sea una pronta realidad.
Mientras tanto, Díaz ha aprovechado estos días para volver a Punta Umbría. Fue en concreto el pasado viernes, donde su presencia en un conocido chiringuito llamó la atención de los presentes, entre quienes se encontraban algunos periodistas y un conocido político local.
El citado político es el portavoz de Unidos por Punta Umbría (UPU) y ex alcalde de la localidad, José Carlos Hernández Cansino, con el que la expresidenta mantuvo una muy cordial y casual charla.
Según le cuenta a El Avispero un testigo, la ex presidenta estuvo acompañada, en su relajada comida privada, por una exparlamentaria socialista onubense.
Díaz, como una visitante más, no oculta su inclinación por la costa puntaumbrieña, a la que volverá este verano.
La futura senadora por designación autonómica disfrutó de una agradable comida. Eso sí, ante la mayúscula sorpresa de quienes se percataron de que se trataba de la hasta hace poco tiempo lideresa socialista.
