Carta abierta de Mónica Lazcano a Carlos Herrera

Señor Herrera:

En estos días tan difíciles para mis hermanos y para mi, me sorprende encontrarme con artículos y reportajes como el de usted, persona a la cual mi papá consideraba y nos presentaba como hermano y amigo, si, amigo, porque ahora el no está para desmentirlo cuando usted lo da a conocer públicamente solo como un contacto o conocido... Pero nosotros, sus hijos, sabemos que a usted no solo le abrió las puertas de su país, si no también las de su casa y familia, era querido como a un gran hermano, siendo usted hasta el momento igual de recíproco en la relación.

Considero entonces que el deber de un amigo, era al recibir ese mensaje y entregarlo a las autoridades correspondientes y que fueran ellas las que determinaran que hacer con la información, sin embargo, lo que ha hecho usted es vender una conversación de plano personal mantenida durante un momento de debilidad de un amigo.

Llevar una historia que puede herir a tantas personas a la pantalla grande para entretener y alimentar el morbo, no solo habla mal de usted y de su ética como periodista, si no también como persona.

Usted, que lo conocía a el y a su familia, y que fue confidente durante tantos años, mostró poquitísima sensibilidad hacia nosotros, sus hijos, los más afectados en esta situación.

Señor Carlos Herrera, imagino entonces que todo aquel al que usted en algún momento pudo llamar amigo debe estar preocupado... Ya que con usted cualquier conversación personal que se tenga corre el riesgo de ser usada y manipulada a su conveniencia, en especial cuando ya no esté la otra contraparte para cuestionarla.

Seguramente ya a todos les pasa la misma pregunta por la mente...

Señor Herrera, para usted, cuanto vale($) una amistad.

(Mónica Lazcano Piloto)