A estas alturas no es ninguna novedad decir que Huelva cuenta más bien poco -y en ocasiones nada- para algunas Administraciones públicas.
Y a este desprecio acaba de unirse la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), entidad asociativa privada, si bien de utilidad pública, que ha dejado a la cuna del fútbol español fuera del mundial del 2030.
Huelva era candidata para ser una de las subsedes. Ofreció el estadio Nuevo Colombino y la Ciudad Deportiva Francisco Mendoza a la candidatura y esta fue analizada en una visita.
Sin embargo, la RFEF se ha decantado por otras zonas de Andalucía, comunidad en la que la relevante cita deportiva tendra presencia en todas las provincias salvo en Jaén y Huelva.
Dice la alcaldesa, Pilar Miranda, que "por historia y sentimiento no hay ciudad con más méritos que Huelva para ser subsede del próximo Mundial 2030".
Y anuncia que trasladará a la Real Federación Española de Fútbol la "decepción de todos los onubenses por dejar fuera de la lista de ciudades preseleccionadas a nuestra querida tierra".
Quizás la decisión de la RFFE requiera algo más. Es decir, una respuesta más contundente. Y no solo por parte del Ayuntamiento, sino también de la ciudadanía, y en especial del mundo del deporte. Huelva no merece este ninguneo.
Como tampoco merece el desprecio que venimos soportando desde hace décadas en otros aspectos por parte de las Administraciones públicas.
Nuestra provincia sigue sin infraestructuras. De todo tipo. Sin AVE, ni aeropuerto. Sin presa de Alcolea ni desdoble del túnel de San Silvestre. Y sin Materno-Infantil ni Chares. Por citar solo unos ejemplos.