La casa de Díaz Hierro, abandonada a su suerte, 40 años después de su muerte

(Texto: Círculo de Patrimonio Cultural de Huelva)

Hoy se celebra el 40º aniversario del fallecimiento de Diego Díaz Hierro, profesor, poeta, pero sobre todo historiador y cronista oficial de Huelva. Esta ciudad le debe un fondo documental de una valía incalculable y que hoy conforma gran parte de nuestro Archivo Municipal.

En el Pleno municipal del pasado 7 de mayo, el gobierno del Ayuntamiento formalizó la caducidad que desde 2013 sentenciaba al derribo la casa que el historiador legara a Huelva, junto con sus investigaciones de toda una vida. Recordemos que esta casa de la calle Fernando el Católico es obra del insigne Francisco Monís a inicios del siglo XX. Diez años tras el fallecimiento fue recepcionada por el Ayuntamiento de Huelva en 1989 con el compromiso de colocar en la fachada una placa conmemorativa y la pretensión de conservarla con uso archivístico.

Por unos avatares que nadie nos sabe poner en pie acerca del testamento, la casa pasó a una empresa de inversiones inmobiliarias y con los votos de PP, IULV-CA, MRH, y la abstención del PSOE en 2013 se aprobó un convenio por el que poder derribarla y construir un bloque que compaginara el uso dotacional que tenía asignado como el archivo que se comprometió y el de viviendas que interesaba a la empresa.

Tras salir a la venta por 98 mil euros en 2017 recientemente ha sido adquirida por un banco. Ahora, al haber pasado los años y contar con varios informes desfavorables no han tenido más remedio que cerrar el asunto. De momento. Pese a que este colectivo ha preguntado por ello y ha exigido su conservación (en redes y oficialmente), seguimos sin respuesta y la casa queda en manos del banco. Según las palabras del Concejal en dicho Pleno, “lo que está claro es que se queda como estaba [...] el hecho de que aquello se pueda o no se pueda desarrollar dependerá del propietario, lógicamente, y eso ya escapa de nuestra competencia”.

Sin embargo, digan lo que digan, se dejó para la ciudad, y sólo la dejación de la propiedad, de un lado, y las modificaciones urbanísticas promovidas desde el mismo Ayuntamiento de Huelva, de otro, han virado su futuro hacia una ruina inducida por la falta de seguimiento institucional sobre su estado. En definitiva, que como no les han dejado ejecutar ese convenio le han tenido que dar caducidad y ahora le tocará pedir otro al nuevo propietario. El Ayuntamiento de Huelva se desentiende del asunto y deja el futuro de esta casa a su suerte, fallando a la voluntad de Díaz Hierro y al su compromiso institucional en pos de unos intereses que son ajenos a lo público.

Funcionarios públicos velando por los intereses de promotores privados. Lo dicho en otras ocasiones, con el patrimonio en sus manos tenemos a los lobos al cuidado del rebaño.