Los siete brazos del candelabro hebreo, las siete palabras, los siete días de la semana, los siete sacramentos, los siete metales, los siete mares, los siete pecados capitales, las siete notas musicales, los siete arcángeles, las siete colinas de Roma y las siete cartas de Killian
Todo corre tan deprisa que es imposible tener tiempo para analizar, escuchar, reconducir o enderezar nuestras acciones. Acciones que condicionan el presente pero principalmente el futuro. Nos dejamos llevar, no frenamos y solo las prisas orientan nuestra vida y hacen que confiemos en gente que al final no se lo merecen.
No me explico como los dirigentes de entonces, estaban convencido que la mejor opción, no solo para Andalucía sino para España, era Susana Díaz. Con las anteojeras puestas, la mayoría de esos cargos de tanta responsabilidad orgánica de toda España, apostaron por Diaz. Tuvieron que ser las bases, ”las putas bases”, quienes bajaran de las nubes a esos que sus objetivos a muy corto plazo, no les dejaron pensar con claridad ni ver la realidad. Las bases del partido les abrieron los ojos, destaparon el “bluf” y al poco tiempo, todos los aupadores se convieron en inquisidores y renegaron de su protegida.
Así es la política, la necesidad del día a día, las luces cortas, la imposibilidad del análisis tranquilo, los intereses, los problemas estomacales principalmente…. hacen que apostemos por personas mediocres que restan más suman.
Al final, como algunos habían pedido, son las bases las que tienen que zamarrear a la organización para poner a cada uno en su sitio… y si no, que se lo pregunten a Gabriel Cruz.
Fin de las cartas…. Por ahora!!!