Virseda impregna de religiosidad, Rocío y 'onubensismo' su anuncio de la Navidad en Emigrantes

Ignacio Virseda Chaves impregnó de religiosidad, Rocío y 'onubensismo' la capilla de la Real Hermandad de Emigrantes de Nuestra Señora del Rocío de Huelva en el paseo de las Glorietas de la capital con su magnífica exaltación a la Navidad que contó con la asistencia del alcalde de Huelva, Gabriel Cruz; la primera teniente alcalde, delegada de Economía, Presidencia y Relaciones Institucionales, María Villadeamigo; y el senador José Enrique Sánchez.

Virseda iniciaba sus palabras señalando “Dadme albricias esta noche, /dadme albricias, buena gente,/ en este viernes de Adviento/ día nueve de diciembre,/ porque nuestra Hermandad de Emigrantes/ ante ustedes me requiere/ a proclamar que están cerca,/ que ya llegan, que ya vienen/ las Fiestas de Navidad,/ del Año Nuevo y los Reyes./ El Niño Jesús renace/ en la Plaza de la Merced,/ en las casas de hermandades/ y en toda la Vega Larga./ Nace entre los chiquillos,/ en los patios de vecinos/ y también en los talleres /en las peñas y comercios/ y en los parques y en los juegos/ y en las luces de colores/ que anuncian la Navidad./ Huelva toda es nacimiento,/ un belén en cada esquina/ que evoca el acontecimiento/ de aquel humilde portal./ Desde la punta del Sebo,/ y las aguas de la ría/ con el Tinto y el Odiel,/ Huelva toda es nacimiento,/ un belén en cada esquina./ Huerto Paco y San José/ y los altos del Conquero/ y la parroquia de Belén;/ Huelva toda, es nacimiento,/ un belén en cada esquina./ El Torrejón y la Orden,/ por el Punto y la Plaza Niña hasta la calle Concepción,/ y es que al llegar la Navidad/ Belén es Huelva,/ y Huelva entera es Belén./ Echad campanas al vuelo,/ que repiquen, que resuenen/ por las fiestas que se acercan,/ por las fiestas que ya vienen./ Quedémonos con Enmanuel/ que hoy es tiempo de alegría/ de zambomba y elegía/ pandereta y almirez./ Dejemos otras porfías/ y marchemos al Pesebre./ Que Emigrantes es Huelva,/ y Huelva entera es Belén./ El camino del Rocío/ es camino hacia Belén 50/ años pasaron/ de aquella primera vez;/ 50 años de alegría/ de ese camino hasta aquí./ A esta tierra que hasta el Papa,/ ha llamado de María./ -Pero volvamos al camino,/ para llegar a esta ermita,/ y es aquí donde encontramos/ al Niño, San José y María./ Y, por encima de todo,/ que el mundo vea y contemple/ el Misterio del Amor/ reclinado en un pesebre,/ al Hijo de Dios hecho hombre/ y en nuestra carne presente,/ que es lo que esta Hermandad/ de Emigrantes pretende./ Por eso esta exaltación/ a la Virgen del Rocío,/ al lirio que iluminó/ el nacimiento divino,/ de aquel Divino Pastor,/ de ese Pastorcito Divino,/ el Hijo de sus entrañas/ que en aquel tiempo nació/ y que hoy renace en el Rocío”.

Este joven seminalista quiso recordar al poeta moguereño Juan Ramón Jiménez, “excelso pregonero de la Navidad con un poema tan tierno como sublime convocando al mundo entero al nacimiento de Jesús”. “Las noches huelen a romero./ Oh, que pureza/ tiene la luna en el sendero!/ Palacios, catedrales,/ tienden la luz de sus cristales/ insomnes en la sombra dura y fría.../ Mas la celeste melodía/ suena fuera.../ Celeste primavera,/ que la nieve, al pasar, blanda deshace/ y deja atrás eterna calma./ ¡Señor del cielo, nace/ esta vez en mi alma!”.

Virseda señaló que “yo quisiera ser también profeta, ángel y poeta, y anunciaros la gran noticia con sencillez. Hace ya más de veinte siglos, y en una Nochebuena, ocurrió el milagro: la luz rompió la noche oscura. La noche empezó a parir luces, fulgores, destellos… dentro de una cueva de Belén, en medio del silencio. Ocurrió el gran prodigio… desde ese instante podemos tocar a Dios con los dedos y percibirlo como uno de los nuestros. El pesebre, con el nacimiento de Jesús, se llenó de luz cálida y tierna. Y todo aquello que era pobre y denostado, se volvió precioso. Y un comedero para bestias se convirtió en el más bello trono del Altísimo. Los hombres no lo acogieron, pero unos animales compartieron con él su refugio.

Sabéis el Rocío comienza una Navidad. El Rocío comenzó una Navidad. El Rocío comenzó la primera Navidad porque el misterio de amor que contemplamos al mirar a la Virgen con el Pastorcito en su regazo es el misterio de la Navidad”.

Finalizaba su exaltación insistiendo que “es aquí donde se hace hermandad. El ángel anunció a unos pastores el nacimiento del Redentor en el portal de Belén. Y después de esta noticia fueron a toda prisa a adorar al Pastor de Israel, el pastorcito que se encontraba en el pesebre y le ofrecieron todo tipo de presentes. Así, como si de los pastores se tratase, no dudaron nuestros hermanos, que a modo de esos pastores, acudieron a la frontera con Ucrania para llevar sus víveres y todo cuanto tenían y a modo de ofrenda dejaron en sus plantas aquellas ofrendas de amor”. Tampoco olvidó durante su bellas y hermosas palabras a los niños enfermos , a aquellos que son víctimas de violencia, ni a los ancianos e inmigrantes.

El periodista Nacho Molina fue el encargado de presentar a Ignacio Virseda señalando de él que “tiene en la sangre el color de las amapolas que encontró cuando siguió a su estrella más rociera, la devoción del que parieron en un carro en mitad de un camino con su Madre vestida de flamenco. El onubensismo del que vio la luz en el Piojito y la fe del que se agarró a sus varales al nacer. Es el ejemplo de los milagros que hace la Virgen desde que bajara del Cielo a aquellas marismas y desde entonces regara esa semilla rociera que, aunque parezca un tópico, es una verdad como su santuario de grande. Es la capacidad de llegar y de enamora, de mirar y de atrapar, de rezar y de no poder ir de más. Pero la diferencia entre Ignacio y el resto de todos los que estamos aquí es que a él la Virgen le puso en sus manos el Pastorcito y le marcó el camino de mor y de entrega a Dios para el resto de sus días. Haced lo que os diga y así lo hizo Ignacio. Lo que él le dijo. Seguirlo y proclamarlo en la tiera para esperarlo en el Reino de los Cielos”.

Molina describió al exaltador manifestando “es el rostro de la nobleza y del amigo que todos hemos querido tener. Prudente, sencillo, discreto, educado, cariñoso, inteligente, preparado, formado… Esto no es porque lo esté presentando. Es que es así, y solo hay que hablar con él cinco minutos para saberlo”.

El grupo Retama interpretó ‘Pastores venid’, ‘El Nacimiento’, ‘Cuentan’ y ‘Nació en las Rocinas’, temas de Pepe Garrido; y José Antonio Ortiz ‘Nono’ cantó la nana ‘Vamos caminando’ letra y música de Paco Millán.

El presidente de Emigrantes, Domingo Diéguez, y de la hermana mayor Cristina Serrat, entregaban un recuerdo al exaltador Ignacio Virseda y al presentador Nacho Molina, así como al alcalde de Huelva, Gabriel Cruz; y a la primera teniente alcalde, delegada de Economía, Presidencia y Relaciones Institucionales, María Villadeamigo, por su colaboración con Emigrantes. El canto de la Salve ponía el punto y final a una noche llena de mensaje.