J. Agustín González Romo: "los teléfonos móviles son el nuevo objetivo de los ciberestafadores"

Hablamos con el Director General de Consumo de la Junta de Andalucía, J. Agustín González Romo sobre las ciberestafas y sus métodos, que se han multiplicado en los últimos tiempos.

Relegando al 'phishing' a un segundo plano, las estafas móviles, con bizum, apps o o el llamado QR inverso, son el nuevo objetivo de los ciberestafoadores.

¿Qué hacer ante una ciberestafa? El director indica que debemos denunciarlo ante las autoridades policiales o ante el juzgado y, para prevenirlos, aplicar el sentido común: "desconfíe de los chollos”.

¿Cuáles son las ciberestafas más comunes en la actualidad?

Las estafas en internet más extendidas son el denominado “phishing”, un método fraudulento que consiste en hacerse pasar por una entidad, empresa o Administración Pública, remitiendo un correo electrónico que, en apariencia, procede, como digo, de una fuente de confianza (bancos, organizaciones, organismos públicos, etc.). En tales correos suelen aparecer páginas web iguales o muy parecidas a las reales, logotipo o símbolos e imagen corporativa idénticos a los oficiales, haciendo muy fácil “caer en la trampa”.

El modus operandi consiste en solicitar, por ejemplo, que se comprueben los datos de una cuenta bancaria picando en un enlace facilitado y donde se solicitan datos como claves de persona usuaria, pin o contraseña, DNI y otros datos especialmente sensibles.

Asimismo, puede ocurrir que con el mensaje recibido se informe de que se ha ganado un determinado premio y que, para conseguirlo, debe picar en un determinado enlace que conduce a una web donde deberán introducirse una serie de datos personales . En realidad, ese enlace nos redirige a una web aparentemente normal u oficial pero que es en realidad fraudulenta.

Desde Consumo siempre aconsejamos precaución a la hora de recibir correos electrónicos de remitentes desconocidos y nunca hacer click en los enlaces que pueden contener si no tenemos constancia de su origen, desconfiar de páginas web que contienen errores o textos mal traducidos o que simplemente nos piden datos personales o bancarios.

¿Cómo han cambiado las ciberestafas en los últimos años?

En pocos años internet ha adquirido un papel mucho más importante en nuestras vidas, nuestros hábitos y en nuestras gestiones diarias, eso implica que las ciberestafas y sus métodos se han multiplicado y se han hecho más elaboradas.

Si hasta ahora lo más habitual era el 'phishing', como hemos explicado, la tendencia parece estar cambiando ahora, convirtiéndose los teléfonos móviles en el nuevo objetivo de los estafadores, ya que desde nuestro “inofensivo” smartphone, hoy ya podemos realizar todo tipo de operaciones, también bancarias, razón por la que debemos tener especial cuidado.

A modo de ejemplo, uno de los nuevos engaños consiste en solicitar la instalación de una aplicación en nuestro smartphone, que permita acceder a las claves bancarias de quienes utilicen el móvil para entrar en su banco, por eso recomendamos no descargar nunca aplicaciones relacionadas con el acceso a tu banco sin verificar su existencia directamente en tu entidad bancaria y descárgalas siempre desde la web de tu banco o desde la tienda oficial de aplicaciones correspondiente a tu teléfono móvil.

Cada vez las estafas en internet son más ingeniosas. ¿Puedes contarme alguna en la que caiga todo el mundo?

Aunque pueda parecer lo contrario, los métodos a veces siguen siendo tan tradicionales como ingeniosos, mezclando las nuevas tecnologías con el engaño de toda la vida. Le puedo poner un ejemplo. Una persona que ha puesto su coche en venta en una página web, recibe una llamada de teléfono interesándose por su vehículo. Una voz cordial y que infunde confianza nos dice que va a venir a verlo pero que no quiere perderlo, así que quiere ya reservarlo por lo que nos va a hacer un “bizum”, preguntándonos si tenemos “bizum de empresa”.

Lógicamente, el denominado bizum de empresa no existe, por lo que cuando la víctima admite no conocerlo, el supuesto comprador explica amablemente y con cierta condescendencia, que es la víctima la que ha de hacer el bizum por la cuantía acordada para la reserva, y que al escribir en el asunto “reclamar bizum de empresa”, recibirá automáticamente el doble de la cuantía en su cuenta.

Para que confiemos, nos pide que hagamos primero una prueba con una pequeña cuantía, 2 Euros, por ejemplo. Si accedemos, al hacer el bizum recibimos automáticamente un SMS que nos informa que acabamos de recibir 4 Euros en nuestra cuenta bancaria. La persona apremia a que la víctima haga el bizum por una cuantía mayor y ahí se produce la estafa, ya que en realidad, el dinero nunca ha llegado a nuestra cuenta y el SMS que hemos recibido en realidad lo ha enviado él.

Por supuesto hay métodos más elaborados tecnológicamente, como la estafa conocida como QR inverso, realizada a camareros al pagar la cuenta. El presunto delincuente enseña a la víctima un código QR vinculado a su propia entidad bancaria, cuando en realidad se trata de una solicitud de dinero. Asimismo, logra hacerse con sus datos personales y bancarios.

¿Cuáles son las señales que nos deberían hacer desconfiar de un supuesto comprador o vendedor?

En general desconfíe de los “chollos”, como se ha dicho toda la vida, “nadie da duros a pesetas… o euros a céntimos”. Cuando nos ocurra, paremos un momento, no tengamos prisa y pregúntese por qué usted está viendo una oportunidad que parece que nadie más ha visto.

¿Qué recomendaciones generales se dan desde Consumo para evitar caer en un fraude de estos?

Hay algunas comprobaciones que debemos convertirlas en hábitos, como es comprobar siempre que las páginas en las que compramos tienen el protocolo de seguridad HTTPS y el “dibujito” del candado, no tener prisa por comprar en persona. Para comprar online se debe ser aún más reflexivo. Hay que leer las condiciones de contratación con cuidado y reflexionar sobre lo que suponen.

En cualquier caso, desde la Dirección General de Consumo siempre aconsejamos que seamos conscientes de nuestros derechos y especialmente del derecho a tener toda la información previa a la contratación, especialmente en cuanto al precio completo antes de realizar el pago. Ese precio debe incluir el importe del transporte hasta la entrega.

¿Cómo podemos proteger nuestros datos personales?

Es indudable, que el aumento del uso de Internet hace que cada vez circulen más datos por la Red y que las personas usuarias facilitamos, en mayor o menor medida, nuestros datos personales al registrarnos en una página web o realizar una compra online. Por eso, de nuevo tenemos que referirnos a la importancia de ser consumidores responsables, esto significa que es esencial que conozcamos y exijamos conocer detalladamente el tratamiento que se va a dar a los datos personales que proporcionamos.

Si soy víctima de un fraude cibernético, ¿dónde lo puedo denunciar?

Si creemos haber sido testigos o víctimas de un delito informático, podemos denunciar los hechos para que sean investigados, personandonos en un juzgado o centro policial y acreditando nuestra identidad.

No obstante, tal y como señala la Guardia Civil en su página web, también podemos facilitarles de forma anónima información sobre hechos que consideramos no ajustados a la legalidad, de forma totalmente anónima a través del formulario de información ciudadana.

¿Qué medidas pone Consumo para evitar casos de ciberestafas?

Las únicas medidas que puede poner consumo son siempre preventivas e informativas; tenemos nuestra página web consumo responde, y nuestro teléfono de atención al consumidor 900 51 20 80. La figura del consumidor responsable es el que consume siempre con cabeza y sin tomar decisiones apresuradas. Consumidor responsable es consumidor racional y que usa el sentido común.

Desde la Dirección General de Consumo nos esforzamos por informar al consumidor para prevenir la estafa, seguros de que el consumidor informado y precavido es un consumidor mucho más protegido.

Si desgraciadamente se produce la estafa o la presunta estafa y así nos lo hacen saber, lo que hacemos es dirigir al consumidor a la vía más útil. Es decir, le aconsejamos que denuncie ante la Policía o la Guardia Civil.