La "tormenta" de Cs "salpica" a un PP que se desvincula de las "cuitas internas" naranjas

Marín intenta ahora centrar la atención en el diputado que grabó sus palabras y no en Génova, aunque siga culpando a Hervías de la filtración. El aludido lo insta a solucionar sus "problemas" y anima a quien quiera a sumarse a las filas populares sin "malas artes"

N. Acedo

No había camino fácil para reconocer el hecho y su sombra. Pero el elegido por el vicepresidente de la Junta y líder de Ciudadanos (Cs) en Andalucía, Juan Marín, para frenar el alboroto que ha supuesto la filtración de un audio obtenido en una reunión interna de su grupo ha contaminado a otro partido, el PP.

En el Grupo Parlamentario Popular no esconden que están “muy molestos” por el hecho de haber acabado “salpicados” por “las cuitas internas” de su socio en el Gobierno autonómico. Se desvinculan de las formas, pero también del fondo o, dicho de otro modo, no comparten la filtración, pero tampoco un “contenido” que, entienden, “aún no se ha aclarado del todo”. Fuentes de ese ala explican a este periódico que en esta legislatura “el trabajo en el Parlamento está siendo duro”, dado que PP y Cs no tienen mayoría absoluta y “hay que negociar permanentemente con el resto de grupos”, lo que requiere una labor “de muchas horas, que no se ve, pero que se ha estado haciendo bien hasta ahora”. Por ello, “escuchar al líder de Cs decirle a los suyos que retrasen o boicoteen algunas leyes, molesta”, condensan.

Los populares tachan de “barbaridad” y de “lamentable” el que “dentro de un mismo grupo se graben conversaciones y se difundan”, al entender que la “lealtad” ha de ser “lo primero”. “Al grupo y al Gobierno”, apostillan. Aunque algunos diputados confiesan que lo ocurrido “no les ha sorprendido” demasiado, dado que diariamente” ven “cómo están entre ellos”. Es precisamente en ese contexto donde tildan de “triste” que Marín, quien “debe sabe mejor que nadie cómo tiene el grupo”, deslizan, “haga esas declaraciones”.

Los populares están también “enfadados” por otro motivo: tras hacerse públicos los audios se apuntó hacia la dirección nacional del PP, que estaría intentando adelantar las próximas elecciones autonómicas, según la tesis del entorno del vicepresidente. Si bien, las fuentes consultadas lo tienen claro: “El secretario general del PP, Teodoro García Egea, no tiene nada que ver ni está detrás de esto”, aseveran con rotundidad.

Marín, “tras algunas conversaciones” con dirigentes populares, según apuntan otras fuentes, ha intentado hoy matizar sus palabras y centrar la atención en el diputado que habría puesto un teléfono móvil sobre la mesa para grabar una conversación privada. Aunque ha insistido en que el audio habría acabado en los medios de comunicación a través de Fran Hervías. El aludido, ex secretario de Organización de Ciudadanos y ahora en las filas populares y con plaza en Génova, le ha respondido en el perfil con el cuenta en la red social Twitter. “No quiero entrar en el juego de falsedades de Juan Marín y Cs para tapar sus graves declaraciones. Sus problemas internos que los solucionen ellos”, ha lanzado. Y no se ha quedado ahí. “El PP de Casado es el único capaz de ganar a Sánchez -Pedro, el presidente del Gobierno central- y trabajamos para ello. Quien quiera sumarse no son necesarias malas artes”, ha invitado.

También el portavoz del PP-A y del Ejecutivo regional, Elías Bendodo, ha negado que su partido tenga relación con la grabación “interna” y ha añadido que la “tormenta en un vaso de agua” pasará en unos días. Pero es más que probable que no haya amainado del todo antes de que mañana arranque en Granada el XVI Congreso Regional de la formación, que presidirá la consejera de Fomento de la Junta, Marifrán Carazo, y en el que Juanma Moreno revalidará su condición de máximo dirigente indiscutible. Será el primero que celebren con el partido en la Junta y Marín, según anunció él mismo, está invitado al cónclave.

Difuminar lo sucedido “va a costar”, admiten del lado de los populares, los mismos que abogan por rebajar tensiones “lo antes posible”, para que Andalucía no se convierta en otro foco de conflicto para la dirección de Pablo Casado, que, anotan, “ya tiene bastante con Díaz Ayuso -Isabel, presidenta de la Comunidad de Madrid-”.